Las autoridades surcoreanas confirmaron que diez personas han muerto hasta el momento por la enfermedad.
Corea del Sur anunció 144 nuevos casos de coronavirus en el país, donde ya se han registrado 977 contagios y 10 fallecimientos y se está planeando un endurecimiento de las cuarentenas para controlar la epidemia.
De esos 144, 127 corresponden a la ciudad de Daegu y a la circundante provincia de Gyeongsang del Norte (sureste), zonas más afectadas del país que suman ya 851 casos en total (el 87 %), informó hoy martes el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades Contagiosas de Corea del Sur (KCDC).
Aparte, se registraron seis nuevos casos en Seúl, siete en la aledaña provincia de Gyeonggi y ocho en Busan, la segunda ciudad más poblada del país.
Las dos nuevas víctimas mortales son una mujer de 68 años que estaba hospitalizada en Chilgok, Gyeongsang del Norte, y un varón de 58 que estaba en el hospital Daenam de Cheongdo, condado colindante a Daegu.
Este último hospital es uno de los principales focos (concentra siete de los diez fallecidos hasta ahora en el país y 113 contagiados) junto con la secta cristiana Shincheonji, de la que hay al menos 501 de sus seguidores infectados.
Se cree que seguidores de la secta pudieron propagar accidentalmente el virus en el hospital.
Shincheonji se ha comprometido a entregar al Gobierno una lista con todos sus seguidores en Corea del Sur (se cree que hay en torno a unos 200.000 en el país), y el Ejecutivo ha dicho que planea someter a test para el virus a todos sus fieles.
El KCDC informó también de que mantiene en cuarentena y está haciendo pruebas en busca del patógeno a 13.880 personas en todo el país.
A su vez, el partido gobernante, el Partido Democrático (PD), ha dicho que el Ejecutivo planea endurecer medidas de cuarentena en torno al principal foco de infección en el sureste del país, descartando al mismo tiempo que se vaya a tratar de un bloqueo como se ha hecho en Wuhan o Italia.
Por lo pronto, el Gobierno ha prohibido a periodistas que hayan visitado Daegu la entrada en la Casa Azul, la residencia presidencial en Seúl. (EFE)
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