De momento Japón no ha sufrido el impacto del coronavirus, padecido duramente en Estados Unidos o varios países de Europa.
El primer ministro japonés Shinzo Abe declaró este martes el estado de emergencia de una duración inicial de un mes para Tokio y otras seis regiones del país, frente a la reciente aceleración del número de casos de COVID-19 en el archipiélago.
"Al considerar que existe el temor de que la situación afecte gravemente a la vida de la gente y a la economía (...), declaro el estado de emergencia", afirmó Abe.
El estado de emergencia no permite a las autoridades japonesas imponer un confinamiento estricto como en otros países, pero ofrece a los gobernadores regionales concernidos la posibilidad de pedir a la población que permanezca en casa, así como el cierre temporal de comercios no esenciales.
Sin embargo, varios supermercados y otras tiendas seguirán estando abiertas, el transporte seguirá funcionando y no se prevén sanciones para quienes no cumplan con las solicitudes del gobierno.
"Aunque se declara el estado de emergencia, ello no significa que la ciudad esté confinada como ocurre en otros países" agregó Abe. "Vamos a impedir la propagación de la infección mientras mantenemos en la medida de lo posible los servicios sociales y económicos, y los transportes públicos", precisó el primer ministro.
De momento Japón no ha sufrido el impacto del coronavirus, padecido duramente en Estados Unidos o varios países de Europa. Se han registrado en el archipiélago nipón unos 4.000 casos confirmados y 80 muertos. (AFP)
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