Setenta y dos personas murieron luego de un ataque talibán en un parque de Lahore. La mayoría de ellos, mujeres y niños.
Lahore se convirtió este lunes en una morgue con el comienzo de los entierros de los 72 fallecidos en el atentado del domingo en un popular parque de la ciudad, mientras el Gobierno prometía acabar con la sangría terrorista que vive Pakistán.
En una muestra de fuerza, el Ejército y la Policía realizaron varias operaciones contra grupos insurgentes que se saldaron con la detención de 50 personas y la incautación de armas y munición en la provincia oriental del Punjab, de la que Lahore es la capital.
Ajenos a las promesas gubernamentales y a las operaciones de seguridad, los habitantes de la segunda ciudad más grande y capital cultural del país comenzaron a enterrar a sus muertos.
Víctimas
El joven Junaid Maish, de 16 años, recibió sepultura en el área cristiana de Youhanabad, rodeado por la misma familia con la que el domingo pasaba la tarde en el parque de Gulshan Iqbal, donde un suicida hizo explotar la bombas que portaba.
La ceremonia se llevó a cabo entre las lágrimas de los padres y familiares del joven, en el mayor barrio cristiano de Lahore.
A pocos kilómetros de allí, en el área de Sageyan Pull, Iram Shezad, de 27 años, era despedida por 2.000 amigos y familiares, que no esperaban que la excursión de la joven al parque con sus primos acabase así.
Sheron Pitras, Waqar Pervaiz, Basit Amanat, Manhel Javiad y Salamat Yousaf fueron otras de las víctimas que acudieron a pasar una agradable tarde de domingo a un parque y que hoy han sido enterradas, en una procesión de despedidas que se repitieron por toda la ciudad.
Los autores
Jamaat ul Ahrar, escisión del principal grupo insurgente de Pakistán, el Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), asumió la autoría del atentado y afirmó que estaba dirigido contra cristianos.
El portavoz policial indicó que el sospechoso de cometer el atentado suicida es un joven del sur de la provincia del Punjab, que había estudiado durante años en una madrasa o escuela coránica.
El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, prometió en un discurso televisado al final del día luchar contra el terrorismo hasta erradicarlo y aseguró que su país está en camino de ser "la tierra de la felicidad y el éxito".
"Estoy hoy aquí para reiterar la determinación nacional para luchar contra el terrorismo hasta eliminarlo de nuestra sociedad", dijo el mandatario en un mensaje ofrecido por las principales televisiones del país y que duró unos 10 minutos.
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