El gigante asiático, el primer país del mundo afectado por el coronavirus, logró controlar la epidemia, pero las consecuencias para su economía serán duraderas y son imprevisibles.
China anunció este viernes una serie de medidas para reactivar su economía en el contexto de la crisis provocada por el coronavirus, aunque por primera vez no fijó un objetivo de crecimiento.
El país, el primero del mundo afectado por el coronavirus, logró controlar la epidemia en su territorio, pero las consecuencias para su economía serán duraderas y son imprevisibles.
Por primera vez, en la apertura de la sesión anual del Parlamento, el primer ministro chino Li Keqiang renunció este año a fijar un objetivo concreto de crecimiento, rompiendo así una tradición del régimen comunista.
"Nuestro país se enfrentará a ciertos factores que son difíciles de prever" a causa de la pandemia de COVID-19 que paraliza el planeta y lastra la economía mundial, dijo Li en un discurso de cerca de una hora en el solemne Palacio del Pueblo de Pekín.
El poder chino es "prudente sobre el futuro", porque "piensa que la recuperación será lenta e incierta", estima Song Houze, del grupo de reflexión MacroPolo, especializado en la economía china.
A la crisis del nuevo coronavirus se añaden las amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer nuevos aranceles para que Pekín "pague" por haber, según él, ocultado el inicio de la epidemia.
Pese a que la actividad se reanuda progresivamente, las empresas no logran recuperar la demanda en un contexto en el que sus principales clientes, en Europa y América del Norte, están paralizados por el virus y en el que cae el consumo doméstico.
Para apoyar la economía, el Estado dejó crecer su déficit hasta el 3,6 % del PIB (frente al 2,8 % del año pasado). El déficit aumentará en mil millones de yuanes (128 000 millones de euros), indicó Li.
Esta semana el Global Times, un periódico en inglés considerado cercano al poder, dijo que el déficit podría llegar hasta el 8% del PIB.
El primer ministro también anunció bonos de deuda específicos ("corona bonds") por valor de un billón de yuanes para responder a la epidemia.
Este total de dos billones de yuanes (256.000 millones de euros) permitirá apoyar el empleo y se destinará íntegramente a las administraciones locales para que den prioridad al empleo.
La tasa de desempleo es ahora del 6 % y en febrero alcanzó la cifra récord de 6,2 %. Pero la cifra solo refleja la situación en la zona urbana y excluye de facto a millones de trabajadores migrantes, fragilizados por la pandemia. (AFP)
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