Las autoridades sanitarias registraron 242 nuevas víctimas fatales en la provincia de Hubei, elevando a 1,355 el número total de personas muertas por la epidemia en China continental.
El número de muertos y de personas contagiadas con el nuevo coronavirus "Covid-19" aumentó de forma dramática este miércoles después que las autoridades chinas cambiaron la forma de registrar los casos, gesto de deberá alimentar especulaciones sobre la gravedad de la epidemia.
En su más reciente balance sobre la crisis sanitaria, las autoridades sanitarias chinas registraron 242 nuevas víctimas fatales en la provincia de Hubei, elevando a 1,355 el número total de personas muertas por la epidemia en China continental.
Simultáneamente, las autoridades informaron sobre 14,840 nuevos casos confirmados de contagiados, cifra que lleva al total hasta el momento a casi 60,000 personas.
En coincidencia con el balance, las autoridades sanitarias de China anunciaron la adopción de una nueva metodología en la definición de los casos relativos a la epidemia.
En un comunicado, la comisión de salud de Hubei dijo que ahora incluiría en su conteo oficial casos que fueron "diagnosticados clínicamente".
Esto significa que las imágenes de pulmón en casos sospechosos pueden considerarse suficientes para diagnosticar el virus, en lugar de las pruebas estándar de ácido nucleico.
De acuerdo con la comisión de salud de Hubei, el cambio significa que los pacientes podrían recibir tratamiento "lo antes posible" y ser "consistentes" con la clasificación utilizada en otras provincias.
La entidad añadió que había hecho el cambio "a medida que nuestra comprensión de la neumonía causada por el nuevo coronavirus se profundiza, y a medida que acumulamos experiencia en diagnóstico y tratamiento".
Millones en cuarentena
China ha colocado virtualmente a unos 56 millones de personas en una gigantesca cuarentena en la provincia de Hubei, y especialmente en la capital, Wuhan, además de restringir los movimientos de varios millones más en diversas ciudades.
Se trata de un descomunal esfuerzo para tratar de contener la propagación de la epidemia.
El presidente chino, Xi Jinping, presidió el miércoles una reunión del partido Comunista después de la divulgación de números que indicaban una reducción en los casos confirmados por segundo día consecutivo.
China recibió elogios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) por la transparencia en la gestión de la crisis sanitaria, pero sin embargo las autoridades aún enfrentan un abierto escepticismo por parte de la población.
Autoridades sanitarias en la provincia de Hubei fueron severamente cuestionadas por la demora en reaccionar a los alertas iniciales sobre la epidemia, y los dos mayores responsables fueron sumariamente despedidos de sus cargos.
En ese contexto, la nueva metodología adoptada por las autoridades para definir los casos confirmados alimentaría las sospechas de que el total era hasta ahora subestimado.
Zhong Nanshan, un renombrado científico de la Comisión de Nacional de Salud, había estimado que la epidemia debería alcanzar el pico "a mediados o finales de febrero".
En Ginebra, Michael Ryan, jefe del departamento de emergencias sanitarias de la OMS, declaró horas después que pensaba "que es demasiado pronto para tratar de predecir el [...] fin de esta epidemia".
(Con información de AFP)
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