El sujeto dijo al 911 que ingirió "mucha medicina" y que cuando despertó encontró a su esposa muerta apuñalada. La Policía lo ha detenido por asesinato.
Tras despertar “de un sueño”, Matthew James Phelps (27) encontró a su esposa Lauren muerta a su lado en su casa, en Estados Unidos. En la llamada que hizo al 911 declaró que cree haberla matada. Le dijo al operador que tomó “más medicina de la que debería” y cuando despertó encontró “sangre en todo mi cuerpo”. “Hay un cuchillo ensangrentado en la cama. Creo que la maté”.
La Policía llegó a la dirección de los Phelps en Raleigh, Carolina del Norte, la madrugada del viernes y encontró el cadáver de Lauren, de 29 años, ensangrentado y apuñalado. Phelps quedó detenido y fue imputado bajo el cargo de homicidio.
Investigación. El caso ha impactado a la comunidad de Carolina del Norte porque Phelps estaba estudiando para ser el pastor del vecindario, mientras trabajaba en una empresa de servicios. Laura era docente. La pareja se había casado en noviembre del 2016.
Culpa al medicamento. Durante la llamada al 911, Phelps dijo que había tomado Coricidin para la tos y el resfrío. “Sé que me puede hacer sentir mejor. Como muchas veces no puedo dormir por la noche, tomo algunas”. Cuando el operador le pregunta si puede ver si su esposa aún respira, el sujeto responde: “Ella no se mueve. ¡Dios mío!".
Coricidin Cough & Cold, la medicina que Phelps dijo que ingirió antes de apuñalar a su esposa, es producido por la empresa farmacéutica Bayer. ABC News se contactó con la multinacional que lamentó muerte de la mujer. "No hay evidencia que sugiera que el Coricidin esté asociado con comportamientos violentos", indicaron.
Un ex agente del FBI, Brad Garrett, dijo a AP que Phelps puede culpar al medicamento del asesinato, pero las investigaciones de la Policía buscarán otras razones de la muerte de su esposa. “La excusa de la ‘medicina me hizo hacerlo’ no es una inusual respuesta para las personas en su posición”, comentó.
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