El presidente electo mostró una vez más su desapego por las formas diplomáticas y criticó la política cambiaria y militar del país asiática a través de Twitter.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, arremetió este domingo nuevamente contra China en medio de las críticas que ha recibido en los últimos días desde Pekín por su reciente conversación telefónica con la mandataria de Taiwán, Tsai Ing-wen.
"¿Nos preguntó China si estaba bien devaluar su moneda (haciendo más difícil a nuestras empresas competir), aplicar tasas excesivas a nuestros productos que entran en su país (Estados Unidos no lo hace) o construir un gran complejo militar en medio del mar del Sur de China?. Creo que no", lanzó en cuenta de Twitter.
El origen de la polémica. Horas antes de la arremetida de Trump, el vicepresidente electo estadounidense, Mike Pence, había tratado bajar la temperatura a la polémica suscitada por la controvertida llamada al asegurar en una entrevista a un canal de televisión que solo fue "de cortesía". Tsai telefoneó a Trump el pasado viernes para felicitarle por su éxito en las elecciones y ambos mantuvieron una conversación que provocó más tarde una protesta formal del Gobierno chino y generó altas expectativas en Taiwán.
Esa llamada rompió casi cuatro décadas de sensible política exterior de Estados Unidos hacia China y obligó a la Casa Blanca a salir al paso para recordar que el único Gobierno chino al que reconoce Washington desde 1979 es el de Pekín. Los expertos en política exterior sostienen que la llamada podría alterar las relaciones entre ambos países, ya que el gigante asiático considera a la isla de Taiwán como una provincia "rebelde" y parte del territorio bajo su soberanía.
La reacción china. En un primer momento, las autoridades chinas quisieron minimizar el asunto y aseguraron que la llamada fue un "pequeño truco" de Taiwán, pero posteriormente elevaron el tono y presentaron una protesta formal ante Estados Unidos.
Pekín urgió a Washington a mantener su compromiso con el principio de una "sola China" y le pidió que maneje "cuidadosamente" los asuntos relacionados con Taiwán para evitar "daños innecesarios".
Taiwán nació cuando los nacionalistas derrotados del general Chiang Kai-Shek se refugiaron del Ejército Rojo de Mao Zedong en la entonces isla de Formosa en 1949. Desde entonces Taiwán y China mantienen una disputa de soberanía. Actualmente viven 23 millones de personas en la isla.
El hecho de que Trump haya accedido a hablar con Tsai ya se ha interpretado en la isla como un "éxito" y un avance en los lazos bilaterales. Para China, demuestra la inexperiencia del presidente electo de los Estados Unidos. (EFE)
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