Un médico forense aseguró que detrás de la muerte del bebé había tres causas claras: la desnutrición, la deshidratación y la dermatitis severa.
Zachary Koehn (29) enfrenta juicio por la muerte de su hijo de tan solo cuatro meses de nacido. Las autoridades encontraron en agosto del 2017 al bebé con signos de deshidratación y desnutrición en Iowa, Estados Unidos. Su estado era tan deplorable que las enfermeras encontraron gusanos en el pañal que llevaba puesto por 14 días.
Koehn enfrenta cargos de asesinato y poner en peligro la vida de un menor con riesgos de causarle la muerte. El fiscal Coleman McAllister dijo durante su exposición al inicio del juicio: "El bebé murió por una erupción por el uso del pañal. Sí como escucharon, por una erupción".
En el juicio, el médico forense Dennis Klein mostró fotos del momento en que encontraron al bebé. Las fotografías captan las imágenes de cómo los oficiales retiraban capas de mantas empapadas de orina y ropa del cuerpo de bebé que se encontraba en un asiento tipo columpio.
Además, dijo que en la tela del pañal estaban anidados gusanos, lo que evidenciaba que tenía varios días que no lo cambiaban.
El médico aseguró ante el jurado que detrás de la muerte del pequeño había tres causas claras: la desnutrición, la deshidratación y la dermatitis severa.
“Cada una de estas condiciones habrían sido suficiente individualmente para matar a cualquier bebé”, explicó el doctor quien dijo que no tenía duda de que este caso se trata de un homicidio.
La trabajadora social Sheila Schroeder dijo que el bebé nació con rastros de metanfetamina en su cordón umbilical, comprobando que el padre consumía estas sustancias.
El oficial John Turbett, quien entrevistó previamente al padre del bebé, reveló ante el jurado que Zachary Koehn le había confesado que él nunca había cambiado el pañal del bebé, porque "esas eran normalmente responsabilidades de Cheyanne Harris, la madre”.
Cheyanne Harris enfrentará también un juicio por separado.
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