El despliegue de homenajes a McCain está siendo uno de los más notables para un político estadounidense que no fuera un presidente.
El féretro del senador republicano John McCain -fallecido el pasado sábado a los 81 años- llegó a Washington, donde se esperan tres días de tributos antes de su entierro privado este domingo.
El avión que transportaba los restos de McCain aterrizó poco antes de las 20.00 horas del jueves en la base aérea de Andrews (Maryland), a las afueras de Washington.
El secretario de Defensa de EE.UU., James Mattis, y otros dignatarios acudieron a la base a recibir el ataúd de McCain y a la familia del senador, que llegó a la capital procedente de Phoenix, en Arizona, el estado al que el legislador representó durante más de tres décadas en el Congreso estadounidense.
Este viernes se celebrará una capilla ardiente en la sala situada bajo la cúpula del Capitolio, un honor reservado a una treintena de personas -y apenas otros doce legisladores- en la historia del país.
El sábado tendrá lugar el funeral en la Catedral Nacional de Washington, que se emitirá en directo en internet y por televisión, y donde pronunciarán sendas elegías los expresidentes Barack Obama (2009-2017) y George W. Bush (2001-2009).
Ambos políticos arrebataron la Presidencia a McCain, el primero en las elecciones generales de 2008 y el segundo en las primarias republicanas de 2000, pero también forjaron una relación de profundo respeto con el veterano político y excapitán de la Armada.
Funeral sin Trump
Al funeral no asistirá el actual presidente estadounidense, Donald Trump, que mantuvo una tensa relación con McCain hasta su muerte, porque la familia del senador no quiso invitarle.
El domingo, McCain será enterrado en una ceremonia privada en el cementerio de la Academia Naval de Annapolis (Maryland), muy cerca de Washington, donde el senador comenzó su carrera militar.
El despliegue de homenajes a McCain está siendo uno de los más notables para un político estadounidense que no fuera un presidente, y también incluyó esta semana una capilla ardiente y un funeral en Phoenix. (EFE)
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