Megyn Kelly, uno de los rostros más conocidos de la televisión en Estados Unidos, está en el centro de una controversia por un comentario en el que consideraba aceptable que personas blancas se pinten el rostro para personificar a personas afroamericanas.
La célebre presentadora de televisión estadounidense Megyn Kelly no vio qué problema había en caracterizarse de "negro" para Halloween. Después de una avalancha de reacciones indignadas acusándola de negar el racismo, se vio obligada a dejar su programa y suscitó un amplio debate.
Esta polémica en torno a la "cara negra" está lejos de ser nueva: todos los años para Halloween, muchos estadounidenses, incluidos estudiantes, se cubren la piel con una capa gruesa de tinta oscura y se dibujan con lápiz labial una boca exageradamente grande para caricaturizar la apariencia de las personas negros.
Pero la "cara negra" ("blackface") no es neutral, dice David Leonard, profesor de la Universidad del Estado de Washington y autor de varios artículos sobre el tema.
La práctica se remonta a los "minstrel shows", los espectáculos de juglares surgidos en la primera parte del siglo XIX, durante los cuales los blancos ennegrecían sus rostros para encarnar a los negros con los ojos muy abiertos, siempre presentados como ingenuos, ignorantes, perezosos y, a menudo, adornados con características animales.
Un actor conocido fue Thomas Rice, en el papel del payaso Jim Crow, un esclavo negro discapacitado. Su nombre inspiró las leyes de Jim Crow, que sirvieron de marco para la segregación racial en Estados Unidos.
"El blackface se ha usado para representar a los afroamericanos como no humanos, para justificar y normalizar la violencia" contra ellos, dice Leonard. "La historia del blackface es una historia de violencia, demonización, racismo".
"Error terrible"
A pesar de las polémicas recurrentes de los últimos años, Megyn Kelly fustigó a la "policía de disfraces" en su programa del 23 de octubre, a una semana del gran evento de disfraces en Estados Unidos, festejado el miércoles.
"Debo advertirles", le dijo a su audiencia. "Estoy enfadado por el tema de los disfraces de Halloween esta mañana, francamente, lo políticamente correcto se pasó de la raya", agregó la presentadora, quien, cuando aún era una de las estrellas de la cadena conservadora Fox, lanzó que Jesús y Papa Noel eran "blancos y punto".
Inmediatamente estalló la indignación en las redes sociales, e incluso muchos de sus colegas condenaron sus palabras. "Ella le debe una disculpa (...) a las personas de color de todo el país", afirmó Al Roker, presentador del clima en el mismo canal que ella, NBC.
"Cometió un terrible error", dijo la periodista y presentadora Gayle King.
Dada la magnitud de las reacciones, Megyn Kelly se disculpó en un comunicado a sus colegas unas horas después de sus controversiales comentarios. Al día siguiente, arrepentida y con lágrimas en los ojos, se disculpó nuevamente, esta vez en el aire.
Pero el escándalo siguió creciendo y Megyn Kelly ya estaba en problemas debido a la disminución de la audiencia. Hasta que NBC anunció que ya no presentará el "Today Show".
"Racismo cotidiano"
Para David Leonard, los comentarios de Megyn Kelly son síntoma de la negación persistente por parte de muchos estadounidenses de una parte de su pasado, así como un "privilegio blanco bien arraigado" que les permite ignorar episodios completos de una dolorosa historia.
"Es un rechazo a enfrentar la historia del racismo en este país y (reconocer) que la raza todavía tiene un impacto en estos días", sostiene.
"Como blancos, tenemos que escuchar a los afroestadounidenses que dicen que es hiriente, que duele, que no sólo causa dolor emocional sino también consecuencias (...) que sufren con el racismo cotidiano, con las persistentes desigualdades" en Estados Unidos, agrega.
El clima político actual no facilita las cosas, agrega el experto, con un presidente, Donald Trump, que promueve en su opinión un discurso de "victimización de los blancos" y evita avanzar en estas cuestiones.
Incluso hoy, "estamos hablando de monumentos y estatuas confederadas", dice en NBC el comentarista Roland Martin, en referencia a las protestas contra la retirada de algunas de estas estatuas, símbolos del pasado racista y esclavista del país, básicamente en el sur segregacionista.
El caso de Megyn Kelly "debe marcar el comienzo de un debate, debemos tener un momento de reflexión en este país", agrega al canal ABC.
Pero eso no impide que las personas se disfracen como quieran, advierte. "Puedes disfrazarte de Diana Ross", dice. "Simplemente no te pongas pintura negra en la cara".
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