Irvo Otieno, un joven afroamericano de 28 años había sido trasladado de una cárcel a un hospital psiquiátrico en Virginia. Allí un grupo de al menos 8 policías y guardias de seguridad lo redujeron y retuvieron en el suelo por al menos 11 minutos hasta que dejó de respirar.
Un video registrado por cámaras de seguridad de un hospital psiquiátrico en Virginia, Estados Unidos, muestra al paciente Irvo Otieno cuando fue reducido y sujetado a la fuerza por varios policías y guardias de seguridad del hospital hasta que dejó de respirar.
La muerte de Irvo Otieno ocurrió el 6 de marzo y ha reavivado el debate sobre cómo las fuerzas de seguridad estadounidenses tratan a las personas con enfermedades mentales. El joven afroamericano de 28 años había sido trasladado a dicho hospital psiquiátrico tras haber sido detenido.
Siete oficiales de la policía del condado Henrico, en su mayoría afroamericanos, y tres agentes del Hospital Estatal Central de Petersburg fueron acusados de asesinato la semana pasada. Ahora el jurado se reunirá este martes para decidir si estos cargos pasan a juicio.
La fiscal Ann Cabell Baskervill afirma que el joven murió “por asfixia” mientras lo “sujetaban físicamente”.
Grabación
En la grabación de vigilancia publicada este martes por varios medios se muestra a Irvo Otieno esposado, con grilletes en los tobillos, el torso desnudo y sin zapatos, avanzando encorvado y tirado por agentes.
Primero se sienta en el suelo, con la espalda apoyada en un sillón. Minutos después aparece en el suelo y lo sujetan, sin que se sepa el motivo. Uno de los oficiales está sobre él y otro presiona aparentemente su rodilla contra la cabeza o cuello del joven. En total, hasta ocho personas sujetaron Otieno, mientras que otro grupo observaba.
El forcejeo por intentar controlar al joven para atarle las piernas se extiende por al menos 11 minutos, tiempo durante el cual los agentes presionan sobre diversas partes de su cuerpo, sobre todo a la altura del vientre. Cuando sueltan la presión Otieno estaba inconsciente y sin pulso. Los esfuerzos por reanimarlo fracasan.
Postura de la familia
La familia de Irvo Otieno quiso que el video se difundiera y previamente, la semana pasada, su madre Caroline Ouko indicó que su hijo sufría una crisis de salud mental al momento en que fue reducido por los agentes.
"Mi hijo fue tratado como un perro, peor que un perro. Lo vi con mis propios ojos (...) asfixiaron a mi bebé", afirmó.
El abogado de la familia, Ben Crump, comparó el caso con el asesinato de George Floyd, un afroamericano de unos cuarenta años que murió en 2020 asfixiado por un policía blanco. El video de su calvario dio la vuelta al mundo y desató una movilización contra el racismo y la violencia policial.
(Con información de AFP)
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