Se producen las primeras detenciones producto de la investigación del presidente de Estados Unidos y sus presuntos vínculos con el Gobierno de Rusia.
Paul Manafort, ex jefe de campaña de Donald Trump, se entregó a las autoridades federales de Estados Unidos como uno de los investigados por un Consejo Especial, presidido por Robert Mueller, que investiga el entorno del presidente durante la campaña de 2016 y sus presuntos vínculos con el Gobierno Ruso. Su socio Rick Gates también es requerido por la justicia.
Manafort ya estuvo bajo investigación por violar leyes federales de impuestos, lavado de activos y lobby internacional no declarado debidamente. Según el New York Times, el nombre de Gates aparece en documentos relacionados a compañías fundadas por Manafort e Chipre para recibir pagos de políticos y empresarios del este de Europa.
Buzzfeed afirmó el domingo que el FBI estaba investigando una serie de transferencias de dinero relacionadas con el ex jefe de campaña de Trump por un total de tres millones de dólares entre 2012 y 2013. Calificadas de dudosas por instituciones financieras estadounidenses, algunas de estas 13 transferencias de las que Buzzfeed obtuvo los detalles tienen relación con Ucrania.
Frustrado
El presidente Donald Trump expresó en Twitter su frustración durante el domingo. El republicano alegó que se debería investigar al Partido Demócrata y no él. “En su lugar ven la falsa ‘colusión’ Trump/Rusia, que no existe. Los demócratas utilizan esta terrible cacería de brujas para políticas maléficas, pero los republicanos están respondiendo como nunca antes”, tuiteó.
Una encuesta de Ipsos hecha entre el 22 y 26 de octubre indica que la aprobación de Donald Trump está en un 35%, mientras que un 60% lo desaprueba.
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