El presidente de EE. UU. defendió los ataques que ha ordenado a su Ejército contra embarcaciones que supuestamente transportan drogas en el Caribe y en el Pacífico. Entretanto, un informe citado por la agencia de noticias Reuters señala que la oposición venezolana habría contribuido a la idea de Washington de que el Gobierno de Nicolás Maduro estaría vinculado a grupos delictivos como el Tren de Aragua, justificación utilizada por Trump durante esas embestidas.
Donald Trump defiende lo que asegura es una política antidrogas frente a sus soldados. Presente este martes 28 de octubre en la base naval de Yokosuka, en el sur de Tokio, el mandatario republicano justificó los ataques estadounidenses contra embarcaciones que supuestamente transportan drogas en el mar Caribe y en el océano Pacífico.
“Los demócratas de la izquierda radical dijeron que solo estaban pescando. Bueno, los submarinos no pescan, ¿verdad? Ustedes saben más de submarinos que yo”, declaró a bordo del portaaviones USS George Washington, en la base naval japonesa.
El líder de la Casa Blanca insistió en que las fuerzas estadounidenses están atacando a embarcaciones diseñadas para traficar drogas y que cargan cantidades suficientes para “matar a 25.000 estadounidenses” de sobredosis.
“Por fin estamos librando una guerra contra los carteles. Estamos librando una guerra como nunca antes la han visto y vamos a ganar esa batalla. Ya la estamos ganando en el mar”, insistió Trump, quien también aseguró que va a detener la entrada de presuntos narcóticos “por tierra”.
Sin embargo, una vez más, el mandatario no aportó más pruebas concretas que respalden estas afirmaciones.
EE. UU. no ha aportado pruebas de que son embarcaciones de narcotraficantes
Durante las últimas semanas, Estados Unidos ha destruido una decena de embarcaciones y submarinos en el Caribe y en el Pacífico, cerca de las costas de Venezuela y Colombia, causando la muerte de varias personas. La Casa Blanca justifica estos ataques con el motivo de luchar contra el narcotráfico en la zona.
Los más recientes ataques de este tipo fueron reportados este martes 28 de octubre y, según Washington, ocurrieron un día antes. Cuatro embarcaciones que supuestamente llevaban narcóticos fueron destruidas en el Pacífico, lo que mató a 14 personas, según anunció el secretario de defensa, Pete Hegseth.
Estas acciones han aumentado la tensión con Colombia y Venezuela, por lo que Washington se ha negado a presentar pruebas de que las embarcaciones golpeadas sí llevaban drogas como lo pretende la administración estadounidense.
Esta falta de pruebas también ha generado críticas por parte de organizaciones de defensa de los derechos humanos, al igual que de los gobiernos venezolanos y colombianos, que han denunciado ejecuciones extrajudiciales.
El Pentágono también anunció el pasado viernes el despliegue en el mar Caribe del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande de la flota estadounidense, con el objetivo de reforzar el operativo militar en la región. Los primeros buques de guerra fueron desplegados en agosto.
Sin embargo, numerosos investigadores cuestionan la eficacia real de tales operativos, argumentando que estos ataques, que no llevan a la captura de los supuestos narcotraficantes, no permiten recopilar informaciones relevantes que permitan desmantelar las redes criminales que Trump denuncia.
¿Una estrategia promovida por líderes de la oposición venezolana?
Donald Trump también amenazó con llevar a cabo ataques contra el narcotráfico dentro del territorio venezolano, acusando a Nicolás Maduro de encabezar el llamado Cartel de los Soles, además de ser vinculado con el grupo criminal transnacional de origen venezolano Tren de Aragua. Caracas siempre ha negado tales vínculos.
Según reveló una investigación de la agencia de noticias Reuters, esta visión habría podido ser alimentada por el discurso de los líderes de la oposición venezolana, incluida la Premio Nobel de Paz, María Corina Machado.
Y es que, según el informe, los líderes opositores mantuvieron múltiples reuniones con el equipo de Donald Trump antes y después de su toma de posesión, con el objetivo de aumentar la presión sobre Maduro. Los aliados contribuyeron con investigaciones para obtener informes que respaldaran esta postura.
Asimismo, la oposición venezolana habría ayudado a legitimar la idea de que Nicolás Maduro controla el Tren de Aragua, explica Reuters, que entrevistó alrededor de 50 fuentes, entre ellas funcionarios anteriores y actuales de la Administración Trump, miembros de la oposición venezolana y funcionarios de seguridad en Estados Unidos.
Por ejemplo, a principios de año, David Smolansky, quien dirige la oficina de María Corina Machado en Washington, explicó en una reunión en la Casa Blanca cómo el Tren de Aragua estaba controlada por Nicolás Maduro, según dos personas presentes en el encuentro con Mike Waltz, quien aconsejó Nicolás a Donald Trump sobre temas de seguridad.
Este accionar de influencia formaría parte de una estrategia de la oposición venezolana para alinear sus intereses con los de Donald Trump, presentando la situación en Venezuela y sus supuestos vínculos con el narcotráfico como una amenaza directa para la seguridad de Estados Unidos.
De hecho, María Corina Machado expresó en varias oportunidades su apoyo a la política de militarización de la zona por parte de Estados Unidos e incluso agradeció al presidente republicano tras recibir el Premio Nobel de Paz.
La figura de la oposición venezolana no quiso hacer comentarios a la agencia de noticias acerca de estas informaciones.
Reuters añadió que no pudo establecer en qué medida esta campaña de influencia ha incidido en las políticas de la Casa Blanca.