El cineasta norteamericano dijo hace cuatro meses que el magnate republicano ganaría por cinco razones. Hoy, el tiempo le da la razón.
Michael Moore creía en el proyecto del demócrata Bernie Sanders. Luego de que el candidato de centroizquierdas quedara fuera de carrera quedó entre dos fuegos: o Hillary Clinton o Donald Trump. Pese a la retórica antiinimgracionista y la personalidad exéntrica del magnate, en julio de este año el cineasta aseguró que él ganaría las elecciones por cinco razones. No se equivocó.
La madrugada de este miércoles, Trump fue elegido el presidente 45 de los Estados Unidos. La elección ha sido reñida y los dardos han ido desde el fortín demócrata hasta el republicano, ida y vuelta. Las encuestas se equivocaron. En América Latina, en su mayoría, se esperaba el triunfo de Clinton, en el país norteamericano también. Contra todo pronóstico, el multimillonario ganó. ¿Las razones? Moore las explica.
1. Los números clave en el Medio Oeste de EE.UU. Según la publicación de mitad de año, el cineasta previó que Trump iba a enfocar su mensaje y una parte importante de su campaña a cuatro de los estados industriales del país: Michigan, Ohio, Pensilvania y Wisconsin. En los cuatro ganó. Esta estrategia partió de un dato no menor: desde el 2010, todos los gobernadores en esos estados han sido republicanos.
Apeló también al descontento que produjo el apoyo de Hillary Clinton al Nafta (Tratado de Libre Comercio en Norteamérica) y que destruyó esos estados industriales, según su lectura. La falta de trabajos que hay también le hizo calcular la victoria republicana. El magnate ha sabido atacar a la demócrata y responsabilizarla ante la población de estas localidades por todos los males.
2. La última batalla del hombre blanco furioso. Trump representa una forma de pensar y proceder retrógrada. Es el hombre machista e imponente que no quiere entender que la igualdad entre hombres y mujeres es parte del mundo. Hay gente que piensa como él, y esa gente le dará los votos porque no quiere que sea una mujer la que gobierne, proyectó Moore.
3. El factor Hillary Clinton. Dijo que ella era un peligro más grande que lo que podía representar Trump. Aseguró que un 70% de la población cree que ella es deshonesta y que no confiarían en ella. Este antivoto le iba a pasar factura y le iba a costar la elección, conforme su estimación.
4. Los votantes de Bernie Sanders. Luego de que quedó fuera de carrera, los votantes no se decidieron a apoyar directamente a Clinton. El voto era más anti-Trump que pro-Hillary. El cuarto factor en ese momento para Michael parece haber quedado comprobado.
5. El efecto Jesse Ventura. Este luchador dejó la industria del entretenimiento y llegó a ser gobernador de Minessota. Él quiso darle una lección al sistema. Fue un outsider. Esta figura, predijo el productor audiovisual, se repetiría con Donald, un hombre millonario, ligado a los realities de televisión que entró en política para dar un golpe. Y lo dio. Canalizó el descontento y la desaprobación al sistema, a los ocho años de gobierno demócrata.
Moore no se equivocó. El mundo se mantiene pendiente y en incertidumbre por lo que pueda ocurrir desde el 10 de enero, cuando el nuevo gobernante asuma y se instale en la Casa Blanca.
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