El presidente ruso había elogiado a Donald Trump durante la campaña, mientras que Hillary Clinton lo había acusado de ser "una marioneta".
El presidente ruso, Vladímir Putin, felicitó a Donald Trump por su victoria en las elecciones de Estados Unidos, pero admitió que no será fácil restablecer las degradadas relaciones entre ambos países.
Mediante un comunicado emitido por la web del Kremlin, sede del gobierno ruso, el mandatario habló sobre la victoria del candidato republicano. "Putin le deseó a Trump éxitos en el cumplimiento de su alta responsabilidad al frente del Estado", se lee en el mensaje. El líder europeo también dijo que las declaraciones del presidente electo cuando era candidato estaban "encaminadas al restablecimiento de las relaciones entre Rusia y Estados Unidos".
Durante la campaña, Clinton acusó a su rival de ser "una marioneta" de Putin, a quien el hoy presidente electo elogió varias veces durante la campaña. Sin embrago, el mandatario rechazó las versiones de la prensa norteamericano según las que Trump era su candinadto. En un punto de la campaña, el magnate dijo que el líder ruso era "mejor presidente que Barack Obama", mientras que la Casa Blanca responsabilizó a hackers rusos de los ciberataques a los correos del Partido Republicano.
No será fácil. Pese a las felicitaciones a Trump, su elección no garantiza buenas relaciones entre ambos países. Al menos según lo que declaró Putin este miércoles. "Entendemos y somos conscientes de que no será un camino fácil dada la degradación en la que, lamentablemente, se encuentran las relaciones entre EEUU y Rusia. Como ya he dicho en varias ocasiones, no es nuestra culpa que las relaciones ruso-estadounidenses se encuentren en tal estado. Pero Rusia está dispuesta y desea una restauración plena", dijo.
Para Putin, su país está dispuesto "a hacer todo lo que sea posible para devolver las relaciones ruso-estadounidenses a una trayectoria estable de desarrollo. Partimos de que no será un camino fácil, pero estamos dispuestos a hacer nuestra parte". Las principales diferencias entre ambas potencias están en la política internacional: ambos países tienen intereses opuesto en Medio Oriente, particularmente en Siria, el escenario de recientes tensiones diplomáticas por sus apoyos a los rebeldes (EE.UU) y al Gobierno (Rusia).
(Con información de EFE)
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