A la salida de las mesas electorales, muchos votantes expresaban su amargura, al final de una campaña dominada por temas como la inmigración, la inseguridad y promesas económicas difíciles de cumplir.
El 58,4 % de los italianos han votado ya en las elecciones generales que el país celebra este domingo y que desarrollan en un clima de tranquilidad, aunque también de cierta incertidumbre por el resultado que emergerá de las urnas.
Los datos provisionales corresponden a la afluencia de personas desde la apertura de los colegios a las 7.00 horas locales (6.00 GMT) hasta las 19.00 locales (18.00 GMT) y han sido comunicados por el Ministerio del Interior de Italia.
Las cifras de participación no pueden compararse con las de los últimos comicios generales de 2013 porque entonces se celebraron en dos días.
El dato de afluencia que podrá tomarse como referencia en todo caso será el del 75,2 % que se registró en ambas jornadas de 2013 con el oficial definitivo publicado después de las 23.00 horas locales (22:00 GMT), tras el cierre de los colegios.
Las encuestas difundidas a mediados de febrero daban al Movimiento Cinco Estrellas, cuyo candidato a primer ministro es Luigi di Maio, como la fuerza más votada.
Clima de tranquilidad
No obstante, estos sondeos auguraban la eventual ganadora a la coalición de derechas formada por Forza Italia, de Silvio Berlusconi y cuyo candidato a primer ministro es el presidente del Parlamento Europeo (PE), Antonio Tajani; la Liga Norte, de Matteo Salvini; y Hermanos de Italia, de Giorgia Meloni.
El gubernamental Partido Demócrata (PD), de Matteo Renzi, podría quedar en tercer lugar.
Según las encuestas, ninguno de ellos obtendría apoyos suficientes para gobernar pero las predicciones también advertían hace dos semanas de que había entre un 30 % y un 40 % de electores indecisos.
Desde entonces puede haber cambiado el panorama y habrá que ver hoy cómo se han expresado los italianos en las urnas. Si no hay mayorías claras, las distintas formaciones tendrán que intentar negociar y llegar a acuerdos para formar un Ejecutivo y evitar repetir elecciones.
Las votaciones se han producido en un clima de tranquilidad aunque ha habido grandes filas y problemas con las papeletas por el complejo sistema con el que votan los italianos, que prevé un método mixto mayoritario y proporcional, con circunscripciones uninominales y plurinominales. (EFE)
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