"No es sólo una cuestión medioambiental. Lo que está en juego es también la alimentación y la salud de la humanidad", explicó el ministro francés de Asuntos Exteriores.
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, se mostró esperanzado en el logro de un acuerdo en la Cumbre Climática (COP21), que se abre esta tarde con negociaciones técnicas, y advirtió de que, en caso contrario, "será muy grave".
"No es sólo una cuestión medioambiental. Lo que está en juego es también la alimentación y la salud de la humanidad, las migraciones masivas, la pobreza, la guerra y la paz", explicó en una entrevista que publica "Le Parisien" Fabius, que esta tarde asume la presidencia de la COP21 de manos del ministro peruano del Ambiente, Manuel Pulgar-Vidal.
A su juicio, la cumbre únicamente será un éxito si los 195 países participantes llegan a "un acuerdo universal y jurídicamente vinculante para la reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero".
El objetivo es limitar el calentamiento global a un máximo de dos grados centígrados para finales de siglo.
A su parecer, hay razones para tener esperanzas porque, a diferencia de lo ocurrido en la cumbre de Copenhague en 2009, cuando el texto que se estuvo negociando tenía 200 páginas, ahora se ha llegado con un documento de 50 y las delegaciones tienen el mandato de reducir ese volumen en la próxima semana.
Los dos facilitadores del proceso tienen que entregarle un texto reducido el próximo 5 de diciembre para que Fabius se encargue de dirigir las conversaciones en la última semana.
"Nunca -subrayó- el calendario ha sido tan favorable, jamás ha habido tantos jefes de Estado y de Gobierno (mañana están anunciados cerca de 150) que hayan afirmado su voluntad de lograr un acuerdo".
El ministro francés se mostró optimista porque "la toma de conciencia sobre el problema se ha acelerado mucho" ya que ahora "nadie duda" de que el calentamiento climático tiene como origen la actividad humana.
Según su escenario ideal, cuando haya terminado la cumbre el próximo día, los Estados participantes tienen que haberse acordado sobre "promesas ambiciosas de reducción de sus emisiones contaminantes", así como sobre "una cláusula de revisión al alza de sus compromisos cada cinco años".
Esta tarde la cumbre se inicia con la última reunión del buró de la COP20 presidida por Pulgar Vidal a la que seguirá el lanzamiento de las discusiones técnicas.
Mañana será la jornada más fuerte con los jefes de Estado y de Gobierno, de los que se espera que den un impulso político y ofrezcan flexibilidad al trabajo de los negociadores.
EFE
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