Alex Skeel contó a los medios la experiencia de maltrato que vivió con la mujer que amó desde su adolescencia. De un momento a otro las muestras de cariño se convirtieron en una tortura.
Un amor convertido en tortura. Eso fue lo que vivió el joven Alex Skeel de 22 años. Su expareja Jordan Worth fue sentenciada por maltrato.
Ambos convivían en la localidad de Stewartby en el Reino Unido. Su historia inició cuando eran apenas unos adolescentes en la escuela. Luego comenzaron a vivir juntos.
Worth se dedicada al trabajo voluntario para animales y recolección de apoyo para niños con hambre del África. Es graduada de la Universidad de Hertfordshire con Honores en Bellas Artes para convertirse en maestra.
Comienzan los problemas
Skeel dijo que Jordan comenzó a cambiar y llegó a controlarlo. Incluso ella le dijo cómo debía vestirse y revisaba su celular. La joven llegó a agredirlo con un martillo y hasta dejarlo sin comer por horas.
Según cuenta, un día Worth le dijo que su abuelo había muerto, lo que le ocasionó un gran pesar. "Cuando estaba llorando me dijo: '¿Quieres bajar y hablar con mi mamá sobre eso?'. Así que pensé que era cierto", detalló el joven.
Al verlo llorar, Worth le reveló que su abuelo no había muerto y le increpó que se preocupara por su familia.
"El control coercitivo es sutil. La víctima podría no reconocer inmediatamente el comportamiento como abuso y ni identificar que puede conducir a la violencia", declaró en el juicio el detective inspector en jefe de la policía de Bedforshire, Jerry Waite.
De acuerdo con información divulgada durante el juicio, Worth lo sometió a múltiples lesiones físicas, le negó el alimento y le impidió que viera a su propia familia.
Fin del terror
Una noche de junio del 2017, un vecino a la casa de la pareja escuchó ruidos extraños, golpes y gritos que obligó a que llamara a la policía ante la extraña situación, por lo que un patrullero llegó para ingresar a la casa.
Al tocar la puerta el joven salió y tenía quemaduras en sus brazos y sus piernas. Pese a que en un inicio Alex dijo que él se las había provocado, los policías no le creyeron por lo que optaron a llevárselo.
En declaraciones al programa This Morning, del canal ITV, Alex dijo que ese día el policía se salvó la vida. "Me sentó en su patrulla y me dijo 'mira, sé qué está ocurriendo. Estas heridas no fueron cometidas por ti. Dime la verdad'", le dijo el efectivo, hecho que lo llevó a revelar la pesadilla que vivió.
Pasado el tiempo, Alex Skeel se dedica ahora a contar la terrible experiencia vivida para que las parejas no pasen por lo mismo. Su expareja fue sentenciada a siete años de prisión en abril. La mujer se declaró culpable de causar graves daños corporales a Skeel y de ejercer un comportamiento controlador coercitivo sobre él.
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