En los hospitales británicos permanecen ingresadas 32 294 personas con coronavirus, más de 10 mil por encima del máximo pico de la primera ola.
El Reino Unido alertó este lunes de que lo peor de la pandemia llegará en las próximas semanas, con los contagios disparados pese al confinamiento decretado en Inglaterra hace siete días y el sistema sanitario al borde de la saturación, aunque espera haber vacunado para otoño a todos los adultos.
En los hospitales británicos permanecen ingresadas 32 294 personas con COVID-19, más de 10 000 por encima del máximo pico de la primera ola, en abril, y en algunos centros se ha comenzado a racionar el oxígeno debido a la escasez de recursos.
El primer ministro, Boris Johnson, ha urgido a la población a respetar las estrictas restricciones impuestas en Inglaterra, mientras que su ministro de Sanidad, Matt Hancock, ha avanzado que se contempla endurecer aún más las medidas si es necesario.
En las últimas 24 horas se han registrado 46 169 nuevas infecciones y 529 muertes, por debajo de los 68 053 contagios y 1 325 fallecimientos del viernes, si bien las estadísticas suelen ser más moderadas tras el fin de semana.
VACUNACIÓN MASIVA
Hancock aportó una nota de optimismo a medio plazo, al asegurar que de aquí al otoño boreal se habrá ofrecido la vacuna para el coronavirus a toda la población adulta del Reino Unido.
El Ejecutivo espera que la situación comience a mejorar lentamente a partir de mediados de febrero, cuando prevé haber vacunado a los 13 millones de personas que forman parte de los grupos más vulnerables al virus, que representan el 88 % de las muertes.
"Hemos protegido ya a más personas que todos los demás países de Europa juntos", esgrimió en una rueda de prensa Hancock, quien detalló que en torno a 80.000 personas participan en la campaña masiva de vacunación, incluidos personal sanitario, médicos retirados, farmacéuticos, militares y voluntarios.
A pesar de que ya se han inoculado 2,6 millones de dosis de la vacuna, el consejero médico para Inglaterra, Chris Whitty, avanzó que el virus se va a continuar expandiendo a corto plazo y todavía no se ha alcanzado el pico máximo de la actual oleada.
Whitty recalcó que la nueva variante detectada en el Reino Unido se transmite con mucha mayor rapidez que las anteriores y está generando una presión en la sanidad que no se había visto hasta ahora.
"Nos enfrentamos a un problema muy significativo. Las próximas semanas van a ser las peores de esta pandemia en términos de cifras para el sistema sanitario", subrayó el consejero médico.
RACIONAMIENTO DE OXÍGENO EN HOSPITALES
Los responsables del sistema de salud público en los condados ingleses de Mid y South Essex han enviado una carta al Hospital de Southend, en esa zona, para que "reduzca" la cantidad de oxígeno que administra a los enfermos, según ha revelado la cadena pública BBC.
"Hemos llegado a una situación crítica con el suministro de oxígeno. Es imperativo que usemos el oxígeno de manera segura y eficiente", se afirma en el documento, al que ha tenido acceso la cadena pública.
El documento señala que el objetivo de saturación de oxígeno en la sangre ha de ser de entre 88 % y 92 %, y a los pacientes que la tengan superior al 92 % se les debe reducir el suministro de oxígeno "hasta situarlo dentro de esa horquilla".
El propio primer ministro ha admitido que se está registrando "escasez de oxígeno en algunos lugares".
LLAMADA A CUMPLIR LAS RESTRICCIONES
Las autoridades volvieron a instar hoy a los ciudadanos a cumplir con las restricciones impuestas para tratar de minimizar contagios y limitar al máximo las interacciones sociales, ante la percepción de que la fatiga tras meses de pandemia y el optimismo por la llegada de las vacunas ha llevado a un menor cumplimiento de las reglas.
"Estamos en un momento muy peligroso, porque todos podemos ver que la vacuna está llegando. Me preocupa que esto alimente una falsa complacencia", esgrimió Johnson durante una visita a un centro de vacunación en la ciudad inglesa de Bristol.
El consejero médico para Inglaterra insistió por su parte en la importancia de que los ciudadanos cumplan la exigencia de llevar una mascarilla "cuando vayan en autobús o en metro, o cuando estén dentro de una tienda, y que lo hagan de forma adecuada, cubriéndose la nariz y la boca".
El director ejecutivo de la cadena de supermercados Morrisons, David Potts, advirtió de que a partir de hoy se pedirá que abandonen sus establecimientos a las personas que rechacen cubrirse la boca y la nariz si no están exentas de hacerlo por razones médicas.
El presidente de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, hizo por su parte una llamada a los diputados para que utilicen mascarillas "siempre que sea posible" en el interior del Parlamento.
(Con información de EFE)
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