Los dos países vecinos firmaron este sábado 27 de diciembre un acuerdo de alto el fuego después de tres semanas de combates que dejaron al menos 101 personas muertas y más de un millón de desplazados. La tregua llega luego de tres días de conversaciones y se aplica a "todo tipo de armas, incluidos los ataques contra civiles, bienes civiles e infraestructuras", según un comunicado firmado por los ministros de Defensa de ambas naciones.
Tailandia y Camboya firmaron este 27 de diciembre un acuerdo de alto el fuego para poner fin a semanas de combates en su frontera por reivindicaciones territoriales.
El acuerdo entró en vigor al mediodía, hora local de este sábado, y exige el cese de los movimientos militares y las violaciones del espacio aéreo con fines militares. La tregua llegó, incluso, a tan solo horas de que Tailandia lanzara ataques aéreos contra Camboya, según el Ministerio de Defensa de Nom Pen.
El acuerdo también exige que Tailandia, tras 72 horas de alto el fuego, repatrie a 18 soldados camboyanos que ha mantenido prisioneros desde los combates del pasado julio. Su liberación ha sido una de las principales exigencias de Camboya.
El acuerdo fue firmado por los ministros de Defensa de ambos países, Tea Seiha, de Camboya y Nattaphon Narkphanit, de Tailandia, en un puesto de control fronterizo. El pacto fue alcanzado después de tres días de conversaciones entre oficiales militares.
El documento declara el compromiso de las partes con un alto el fuego anterior que puso fin a cinco días de combates el pasado julio y con acuerdos posteriores, e incluye el compromiso de 16 medidas de desescalada e implementación.
El alto el fuego original de julio fue negociado por Malasia e impulsado por la presión del presidente de EE. UU., Donald Trump, quien amenazó con retirar los privilegios comerciales a menos de que Tailandia y Camboya accedieran. Se formalizó con más detalle en octubre en una reunión regional en Malasia a la que Trump asistió.
A pesar de estos acuerdos, los países mantuvieron una encarnizada guerra de propaganda y la violencia transfronteriza de menor importancia continuó intensificándose a principios de este diciembre hasta convertirse en intensos combates generalizados.
Decenas de muertos y miles de desplazados
Tailandia ha perdido 26 soldados y un civil como resultado directo de los combates desde el 7 de diciembre, según las autoridades locales. Bangkok también ha reportado 44 muertes de civiles.
“El alto el fuego de hoy también allana el camino para que las personas desplazadas que viven en las zonas fronterizas puedan regresar a sus hogares”
Por su parte, Camboya no ha publicado una cifra oficial de militares fallecidos, pero afirma que 30 civiles han muerto y 90 han resultado heridos. Cientos de miles de personas han sido evacuadas a ambos lados de la frontera.
“El alto el fuego de hoy también allana el camino para que las personas desplazadas que viven en las zonas fronterizas puedan regresar a sus hogares, trabajar en el campo e incluso permitir que sus hijos regresen a las escuelas y reanuden sus estudios”, declaró a la prensa el ministro de Defensa camboyano, Tea Seiha, tras la firma.
Cada parte culpó a la otra de iniciar los combates y afirmó actuar en defensa propia.
El acuerdo también insta a los dos países a adherirse a los acuerdos internacionales contra el despliegue de minas terrestres, una de las principales preocupaciones de Tailandia.
Soldados tailandeses a lo largo de la frontera han resultado heridos en al menos nueve incidentes este año por lo que, según afirman, eran minas camboyanas recién instaladas. Camboya afirma que las minas son restos de décadas de guerra civil que terminaron a finales de la década de 1990.
Otra cláusula establece que ambas partes "acuerdan abstenerse de difundir información falsa o noticias falsas".
“Es un plazo” para demostrar si Camboya puede cesar los ataques: Tailandia
El acuerdo también estipula que se reanudarán las medidas previamente establecidas para demarcar la frontera. Asimismo, las partes acordaron cooperar en la represión de los delitos transnacionales. Esto se refiere principalmente a las estafas en línea perpetradas por el crimen organizado, que han estafado a víctimas de todo el mundo por miles de millones de dólares cada año. Camboya es un foco de este tipo de actividades delictivas.
El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, quien jugó un papel decisivo en la elaboración del alto el fuego inicial, acogió con satisfacción el nuevo acuerdo, publicando en X que "refleja un reconocimiento compartido de que se requiere moderación, sobre todo en beneficio de los civiles".
Ibrahim afirmó que sus disposiciones para la implementación "proporcionan una base para la estabilidad, y espero que ambas partes las cumplan fielmente".
Muchas cláusulas similares a las del acuerdo alcanzado este sábado 27 de diciembre se incluyeron en el documento de alto el fuego de octubre, que estaban sujetas a diversas interpretaciones y, en general, se cumplieron solo parcialmente.
Las cláusulas incluyen disposiciones relativas a las minas terrestres y a los prisioneros camboyanos. La similar fragilidad del nuevo acuerdo fue subrayada por el portavoz del Ministerio de Defensa de Tailandia, Surasant Kongsiri, en una rueda de prensa tras la firma. Kongsiri afirmó que el regreso seguro de los civiles a sus hogares indicaría que la situación se ha estabilizado lo suficiente como para permitir la repatriación de los soldados camboyanos capturados.
“Sin embargo, si el alto el fuego no se materializa, esto indicaría una falta de sinceridad por parte de Camboya para lograr una paz segura (...) Por lo tanto, el alto el fuego de 72 horas que comienza hoy no es un acto de confianza ni una aceptación incondicional, sino un plazo para demostrar de forma tangible si Camboya puede realmente cesar el uso de armas, provocaciones y amenazas en la zona”, subrayó.