Hay unos 6 mil militares, 100 policías, 755 jueces y fiscales, así como 650 civiles detenidos. La cifra de detenidos seguirá creciendo asegura el primer ministro turco, Binali Yildirim.
El primer ministro turco, Binali Yildirim, señaló este lunes en un discurso televisado que hasta el momento han sido detenidas más de 7500 personas tras el fallido golpe de Estado del pasado viernes, entre ellas unos 6 mil militares, 100 policías, 755 jueces y fiscales, así como 650 civiles.
Víctimas. Según el último balance, en total murieron 208 personas que se resistieron al golpe, entre ellos tres soldados, 60 policías y 145 civiles, mientras que 1491 personas resultaron heridas. Además, fallecieron más de 30 soldados golpistas y 50 resultaron heridos, precisó Yildirim, quien volvió a responsabilizar del golpe al predicador Fethullah Gülen.
Purga. Según Yildirim, en los ministerios hay funcionarios que se unieron a la conspiración golpista. "Hemos empezado a limpiar el sistema", dijo. Además precisó que han sido suspendidos ya más de 10 mil funcionarios de diferentes ministerios. Solo del ministerio del Interior han sido expulsados 8777 empleados, sobre todo policías y gendarmes, mientras que de los demás ministerios fueron suspendidos unos 1500 funcionarios. "Estos números van a subir", dijo Yildirim ante la prensa y en presencia de su gabinete.
Sobre reinstauración de la pena de muerte. En cuanto al creciente debate sobre la pena de muerte, Yildirim matizó un poco las declaraciones hechas en las pasadas 48 horas y reconoció que si bien el Gobierno debe tener en cuenta las demandas del pueblo siempre debe decidir con cautela. "El Parlamento debe debatir este asunto. No podemos decir ni si ni no por adelantado", señaló el primer ministro.
Sobre extradición de Fethullah Gülen. Al respecto, el primer ministró dijo que el ministerio de Justicia enviará toda la documentación necesaria a Washington para que el predicador islamista sea extraditado. Asimismo, destacó la amistad estratégica y la profunda relación entre ambos países (Turquía - Estados Unidos), aunque dejó entrever su malestar por la insistencia de Washington de recibir más pruebas sobre Gülen. "Si el líder que ordenó todo esto está claro y todavía tus amigos te piden evidencias, entonces podría cuestionar nuestra amistad", advirtió el primer ministro.
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