La puerta está entreabierta para un alto al fuego en Ucrania. Kiev aceptó una propuesta de Estados Unidos este 11 de marzo en Arabia Saudita. Pero los ucranianos prefieren no alegrarse todavía, en espera de lo que diga Rusia.
Las conversaciones entre representantes de Ucrania y Estados Unidos, reunidos en Yeda (Arabia Saudita) este martes, dieron lugar a varios acuerdos, pocos días después del altercado entre Donald Trump y Volodimir Zelenski en la Casa Blanca.
Washington anunció la reanudación de la ayuda militar a Kiev, y del intercambio de información militar, suspendido a principios de marzo. Ucrania, por su parte, apoyó la propuesta estadounidense de un alto el fuego de 30 días con Rusia. Las dos partes también tienen previsto concluir “lo antes posible” un acuerdo sobre los minerales ucranianos.
Los líderes europeos han celebrado el resultado de la reunión y varios han pedido a Rusia que acepte el alto el fuego. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que mantendría conversaciones con su homólogo ruso, seguramente en los próximos días.
Desconfianza en Ucrania
En Ucrania, por el momento, nadie se alegra porque Rusia aún no ha anunciado sus intenciones y anoche bombardeó de nuevo el país. En Kiev domina la desconfianza. Mientras todos los responsables hablan de un gran paso adelante, insisten en que la pelota está ahora del lado de Rusia, que no ha reaccionado, aunque los líderes estadounidenses hayan dicho que se reunirán con el Gobierno ruso en los próximos días.
En la antigua república soviética, la noche fue dura para muchos habitantes: sonaron sirenas de alerta en varias regiones. En Odesa, en el sur del país, un misil impactó en un buque de carga en el puerto de la ciudad.
Entre los tripulantes hay cuatro muertos, según las autoridades ucranianas, y también cayó un cohete sobre Krivói Rog, una ciudad industrial del óblast de Dnipropetrovsk, a 400 kilómetros al sur de Kiev.
Componente humanitario
También hay que señalar que la propuesta de alto el fuego incluye un componente humanitario: en la declaración se prestó especial atención a la liberación de prisioneros, civiles y el regreso de los niños ucranianos. “Este era un punto fundamental para nosotros”, dijo un asesor cercano a Volodimir Zelenski.
Además, se supo por las agencias de prensa rusas que el director del Servicio de Inteligencia Exterior ruso (SVR), Serguéi Naryshkin, habló por teléfono con el jefe de la CIA estadounidense, John Ratcliffe.
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