Desde finales de abril pasado, cuando comenzó a producirse la abrupta volatilidad cambiaria que llevó al Gobierno de Mauricio Macri a pedir un millonario crédito al FMI, la divisa argentina se ha devaluado más de un 48 %, y un 63 % en lo que va de año.
El Banco Central de Argentina (BCRA) anunció una nueva subida de la tasa de interés, del 40 al 45 %, "en respuesta a la coyuntura externa actual" y para paliar "el riesgo de que implique un nuevo impacto sobre la inflación", después de que el peso haya vuelto a caer abruptamente en los últimos días.
En un comunicado, el BCRA señaló que el Comité de Política Monetaria (Copom) de la institución resolvió "por unanimidad" reunirse fuera de su cronograma preestablecido y aumentar la tasa de política monetaria al 45 %.
"Asimismo, para garantizar que las condiciones monetarias mantienen su sesgo contractivo, el Copom se compromete a no disminuir el nuevo nivel de tasa de política monetaria al menos hasta el mes de octubre", remarca el texto.
El peso argentino se depreciaba un 2,69 % frente al dólar en el mercado de cambios, algo que confirma la fuerte tendencia a la baja que ha vuelto a registrarse desde mediados de la pasada semana tras varias semanas de relativa estabilidad.
Desde finales de abril pasado, cuando comenzó a producirse la abrupta volatilidad cambiaria que llevó al Gobierno de Mauricio Macri a pedir un millonario crédito al Fondo Monetario Internacional (FMI), la divisa argentina se ha devaluado más de un 48 %, y un 63 % en lo que va de año.
Coyuntura externa
La política económica del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, marcada la semana pasada por la fuerte subida de aranceles al acero y aluminio turcos y la consecuente depreciación de la moneda de ese país, ha generado un nuevo embate en los mercados emergentes.
Es así que el BCRA realiza una nueva subida de tasas "en respuesta a la coyuntura externa actual y el riesgo de que implique un nuevo impacto sobre la inflación doméstica".
En abril, las altas tasas de interés de Estados Unidos provocaron que los inversores comenzaran a mudar allí sus capitales y abandonar los mercados emergentes, lo que en países como Argentina causó consecuencias que se evidenciaron en una abrupta devaluación del peso ante el dólar.
Para frenar la tendencia, el Banco Central llevó a cabo entonces tres subidas de tipos de interés de manera abrupta en apenas diez días, hasta el 40 %, e intervino casi a diario vendiendo millones de dólares.
Mientras, el Ejecutivo redujo sensiblemente sus metas de déficit y anunció un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para obtener un apoyo financiero de 50.000 millones de dólares.
EFE
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