Jeanine Áñez, que asumió la Presidencia el pasado martes tras la renuncia de Evo Morales, ha señalado que las últimas protestas se han convertido en "mecanismo de asfixia".
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, denunció este viernes la presencia de grupos "subversivos armados" conformados por extranjeros y bolivianos con la intención de provocar daños en dependencias públicas y bloquear provisiones a las principales ciudades del país.
"Hemos identificado grupos subversivos armados conformados por súbditos extranjeros y compatriotas de algunas regiones en conflicto", aseguró en una declaración a los medios en el Palacio de Gobierno de La Paz sin dar mayores detalles.
La mandataria interina, que asumió la Presidencia el pasado martes tras la renuncia de Evo Morales, ha señalado que las últimas protestas se han convertido en "mecanismo de asfixia" para que en algunas ciudades como La Paz comience la escasez de combustibles y de algunos alimentos, con "agresiones físicas" en dependencias estratégicas.
Han resultado afectadas las plantas de Senkata en El Alto, de amoniaco y urea en Cochabamba, además de daños a los gasoductos que suministran gas a al menos tres regiones del occidente del país, según un comunicado de la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
"Están ante una mujer firme", aseguró la presidenta que también mencionó que recurrirá a los mecanismos constitucionales para pacificar el país, acompañada por algunos ministros y miembros de las fuerzas de seguridad.
Aunque no lo dijo expresamente, sus palabras fueron dirigidas a los partidarios de Evo Morales y militantes del Movimiento al Socialismo (MAS). "Si quieren volver a tener poder ganen las elecciones. Porque nosotros no les vamos a permitir que nos vuelvan a robar", sentenció Áñez.
El viernes se produjeron enfrentamientos entre los grupos de seguridad, integrados por la Policía y las Fuerzas Armadas, en La Paz y Cochabamba, con productores de coca, campesinos y sindicatos que se oponen al Gobierno transitorio.
En esos episodios, estos grupos atacaron con piedras y explosivos a los uniformados, mientras que estos respondieron con gases lacrimógenos en refriegas que duraron varios minutos.
En este contexto, el ministro interino de Gobierno (Interior), Arturo Murillo, presentó a nueve venezolanos acusados de "sedición" por su presencia en las manifestaciones que supuestamente defendían a Morales.
Además, mencionó que alrededor de diez cubanos también han sido arrestados por su participación en los disturbios y que se investigará a centenares de extranjeros de esa nacionalidad que han pedido dejar Bolivia. (EFE)
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