El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, designó este viernes al pastor evangélico Milton Ribeiro como nuevo nuevo ministro de Educación, un despacho que ha sido un dolor de cabeza para el Gobierno y tendrá su cuarto ocupante en 18 meses.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, designó este viernes al pastor evangélico Milton Ribeiro como el nuevo nuevo ministro de Educación. Este nombramiento fue oficializado este viernes en una edición extraordinaria del Diario Oficial.
El cargo de Ribeiro, el cual ha sido un dolor de cabeza para el Gobierno y tendrá su cuarto ocupante en 18 meses, sustituirá al economista Carlos Alberto Decotelli, quien estuvo en el cargo apenas cinco días y renunció el mes pasado en medio de escándalos surgidos en los medios académicos y políticos por una serie de falsedades en su currículum.
El nombramiento de Ribeiro, publicada después de que Bolsonaro anunciara el jueves que quería "resolver" el vacío en el Ministerio de Educación, que ya tenía casi veinte días.
El mandatario está recluido en su residencia oficial, enfermo de coronavirus, pero aún así analizó los perfiles de varios candidatos y se decantó por Ribeiro, quien además de un doctorado en Educación tiene estudios de derecho constitucional y en administración.
También ha sido rector de la Universidad Presbiteriana Mackenzie, en la que cursó algunos de sus estudios.
Así como Decotelli, y pese a su condición de pastor, Ribeiro es considerado un hombre de discurso moderado, muy diferente al que mantiene la llamada "ala ideológica" del Gobierno, que encarna por la ultraderecha más extrema y defiende una "revolución conservadora" en la educación frente al "marxismo cultural".
Ribeiro tendrá la tarea de reducir el alto grado de ideología que le había dado al despacho de Educación el antecesor de Decotelli, Abraham Weintraub, un polémico agitador de ultraderecha que renunció en medio de fuertes presiones de la base parlamentaria del Gobierno.
Weintraub se comportó más como activista que como ministro y su actitud causó serios recelos hasta en los sectores más moderados que respaldan al Gobierno.
Había sucedido en ese cargo al filósofo colombiano naturalizado brasileño Ricardo Vélez Rodríguez, quien también impuso una fuerte carga ideológica a su breve gestión, que duró apenas tres meses y acabó con su renuncia exigida, como sucedió con Weintraub, hasta por sectores afines al Gobierno.
La salida de Weintraub aún sigue rodeada de polémicas, ya que el ahora exministro ha sido postulado por el Gobierno para un cargo directivo en el Banco Mundial y un día después de su renuncia viajó hacia Estados Unidos, sin que aún se aclare si lo hizo con pasaporte oficial, al que ya no habría tenido derecho.
EFE
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