El presidente brasileño aseguró que desde un comienzo viene manifestando que hay que cuidar de las vidas pero también de los empleos y que por eso ha sido duramente criticado.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, incluso estando aislado en el Palacio de la Alvorada tras haber contraído la COVID-19, le pidió este jueves a gobernadores y alcaldes que reabran el comercio y normalicen las actividades para evitar una tragedia peor que la causada por la pandemia.
"Espero que alcaldes y gobernadores, responsables como son, comiencen a abrir el comercio lo más rápido posible porque, en caso contrario, los problemas se van a agravar y mucho en Brasil", afirmó el líder ultraderechista en su tradicional transmisión en vivo por las redes sociales de los jueves.
El jefe de Estado, en una inusual transmisión debido a que no contó con acompañantes ni con la tradicional traductora para el lenguaje de sordomudos siempre presente en sus directos, volvió a minimizar la gravedad del nuevo coronavirus y apareció sin mascarilla.
Aseguró que desde un comienzo viene manifestando que hay que cuidar de las vidas pero también de los empleos y que por eso ha sido duramente criticado.
Bolsonaro insistió en que el hambre y la depresión generada por la cuarentena entre los millones de brasileños que perdieron sus empleos puede provocar más muertes que el propio coronavirus.
"La preocupación con el empleo existe y es grande. La prensa ahora dice que el hambre puede matar más que el COVID pero olvidan decir que la depresión también. Que se coloque en el papel del padre de familia que perdió la renta y sabe que será difícil encontrar empleo ahora", afirmó tras relatar que en una reciente visita a una carretera un policía le dijo que el significativo aumento de los atropellamientos podría estar relacionado con suicidios.
Casi que de forma simultánea a su transmisión, el Ministerio de Salud anunció que Brasil acumula hasta este jueves 69 184 muertes por la COVID-19 y 1 755 779 contagiados, lo que convierte al país en el segundo más afectado del mundo por la enfermedad tras Estados Unidos y en uno de los nuevos epicentros globales de la pandemia.
Bolsonaro dijo que el Gobierno intentó hacer su parte para combatir la pandemia pero que la Corte Suprema decidió que la responsabilidad de imponer medidas de distanciamiento social es de los alcaldes y los gobernadores regionales.
"La intención de alcaldes y gobernadores (con las medidas restrictivas) era evitar una transmisión muy rápida del virus para evitar la aglomeración de personas contaminadas en las puertas de los hospitales. Esa era la intención. Si fue correcto o equivocado no puedo dar mi opinión. Si yo actuaría de forma diferente, no puedo decirlo por decisión de la Corte", dijo.
Agregó que su Gobierno optó entonces por cuidar de la preservación de los empleos mediante programas de incentivos a las empresas y de subsidios a desempleados e informales.
"Lamentamos las muertes, pero hicimos nuestra parte y nuestra parte fue muy bien hecha", dijo.
Aseguró que quienes tienen que protegerse del virus son los mayores de 65 años, como él, y las personas con enfermedades preexistentes, que tienen menores resistencias.
"Los demás tienen que tomar cuidado sí, pero si contraen el virus no tienen que entrar en pánico. Mucha gente lo contrae y ni se da cuenta", afirmó.
(Con información de EFE)
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