El paro indefinido se decidió tras el anuncio de Codelco del cierre de la fundición Ventanas, zona conocida como el "Chernóbil chileno", por ser una de las áreas más contaminadas del país.
Más de 45.000 trabajadores de la empresa nacional del cobre de Chile, Codelco, se sumaron hoy al paro nacional convocado por los sindicatos en protesta por el cierre de la "Fundición Ventanas", una de las 18 empresas que han convertido la bahía de Quintero-Puchncaví en uno de los lugares más contaminados de Sudamérica.
La medida de fuerza coincidió este miércoles con el anuncio del ministro de Hacienda, Mario Marcel, de la firma de un plan de reinversión que contempla la inyección del 30 % en promedio de las utilidades correspondientes a cuatro años y busca evitar que los operarios de la "Fundición Ventanas" pierdan sus puestos de trabajo.
En una rueda de prensa junto al citado ministro y al presidente del directorio de la compañía Máximo Pacheco, el presidente ejecutivo en funciones de Codelco, André Sougarret, negó que se haya paralizado la producción y aseguró que solo ha habido "alguna discontinuidad" en el cambio de turno a primeras horas de la mañana.
"Como ésta era una cosa que estaba anunciada, nosotros tomamos todas las providencias desde el punto de vista de asegurar, primero que nada, la seguridad de las personas y por otro lado, la continuidad de las operaciones", declaró Sougarret.
En la misma línea se pronunció el propio ministro, quien subrayó en que "no hay paralización de faenas".
El paro "es total"
Amador Pantoja, uno de los responsables de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC), insistió en medios locales que el paro "es total".
"A esta hora, tenemos reportes desde las otras divisiones de Codelco como Chuquicamata (norte), Gabriela Mistral (norte), Radomiro Tomic (norte), Salvador (norte), Andina (centro) y El Teniente (centro) señalándonos que hay pleno apoyo a esta paralización y en solidaridad de los trabajadores y trabajadoras de la División Ventanas", informó la FTC a través de un comunicado a primera hora de la mañana.
Los sindicatos creen que se trata de una "decisión improvisada" del presidente Gabriel Boric, quien ya en su campaña electoral prometió acabar con esta y otras "áreas de sacrificio" industrial donde la vida humana ya no es sana.
Y se produce apenas dos semanas después de que nuevo pico de contaminación excesiva causara la intoxicación de cerca de 150 personas, en su mayoría niños, y obligara a cerrar las escuelas y paralizar una vez más la vida diaria.
Barricadas y cortes de tránsito
De madrugada, representantes de 26 sindicados se concentraron en los alrededores del citado cinturón industrial, levantando barricadas, prendiendo fuego a maderos y neumáticos, y tratando de cortar el tránsito y los acceso a las divisiones de trabajo
Según la FTC, la decisión del directorio de la gigante estatal y el Gobierno "no mide los efectos sociales que tiene en una comunidad que ha vivido en torno a esta industria en la bahía de Quintero y Puchuncaví".
"El inicio del cierre (de la Fundición Ventanas) no está sustentada ni justificado en algún informe “técnico, científico o académico” que demuestre la relación causa-efecto de la liberación de dióxido de azufre con la contaminación e intoxicaciones de las personas", apuntó la organización en un comunicado.
Además, afirmaron desde la FTC, la resolución de cierre " no toca a ninguna de las otras empresas del Complejo Industrial y por lo tanto es una discriminación arbitraria contra los trabajadores y trabajadoras de la empresa pública".
Zona de sacrificio ambiental
La bahía de Quintero-Puchuncaví, 160 kilómetros al noroeste de Santiago, fue declarada en 1993 como "zona de sacrificio medioambiental", una franja de playa de 8 kilómetros insalubre en la que concentran 18 plantas que vierten a la atmósfera y al mar cantidades de contaminación que no son compatibles con la vida humana.
Según datos del Gobierno, desde 2005 Codelco ha invertido cerca 156 millones de dólares para cumplir las distintas normativas medioambientales, dinero que no ha servido para frenar las emisiones de dióxido de azufre (SO2).
Los cálculos del Ejecutivo apuntan a que se necesitarían más de 1.150 millones de dólares adicionales para ajustarse a los estándares internacionales.
Chile, el primer exportador del metal rojo a nivel global, aglutina el 28 % de la producción mundial de cobre y en el país operan gigantes como BHP, Anglo American y Antofagasta Minerals. (EFE)
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