La petrolera estatal Petrobras y las autoridades locales fueron blancos de duras críticas.
La tradicional escuela de samba Beija-Flor se coronó este miércoles ganadora del Carnaval de Río de Janeiro con un fuerte desfile contra la corrupción y la violencia.
La escuela, una de las más premiadas, se inspiró en la figura de Frankenstein -novela que cumple 200 años- para ilustrar un "monstruo" corrupto con el que comparó a Brasil, señala la agencia AFP.
La reconocida escuela empeló ratas con maletines llenos de dinero para representar a sus políticos, además de niños y policías en ataúdes para exponer el recrudecimiento de la 'guerra' en las favelas de Río de Janeiro.
Además, dedicó un carro alegórico a la sede de la petrolera estatal Petrobras, centro del megaescándalo de corrupción en el país, criticó las deficiencias en el sistema sanitario y de educación y denunció la ola de violencia en Río, mostrando a traficantes armados asaltando a personas indefensas y a familias llorando la pérdida de los suyos en tiroteos.
De hecho, la escuela ganó este miércoles el decimocuarto título de su historia después de haberse coronado campeona en 2015.
Críticas a Temer
Además de premiar a Beija-Flor, la Liga Independente das Escolas de Samba do Rio de Janeiro (Liesa) otorgó el segundo lugar a Paraiso de Tuiuti, cuyo desfile puso en duda que la esclavitud haya sido realmente abolida en Brasil y criticó al presidente conservador Michel Temer por su controvertida reforma laboral.
Los desfiles de este año se celebraron con la mitad de las subvenciones ordenadas por el alcalde de Río, Marcelo Crivella, que también fue blanco de duros cuestionamientos por parte de la escuela Mangueira.
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