Muchos migrantes terminan por convertirse en parte del motor que mueve la economía del país en el que viven; sin embargo, la gran mayoría goza de conocimientos profesionales que por lo general suele ser desaprovechado.
Un fenómeno que impacta a migrantes en toda Latinoamérica revela una realidad preocupante: los profesionales con estudios universitarios enfrentan obstáculos significativos para ejercer sus profesiones en los países receptores.
A pesar de contar con una fuerza laboral altamente educada, los migrantes con títulos universitarios enfrentan dificultades para validar y ejercer sus profesiones, esto debido a un sistema de reconocimiento de títulos complejo y poco accesible, entre otros problemas más, según se reveló en un reciente informe elaborado por Equilibrium CenDE y Konrad Adenauer Stiftung - KAS Perú.
Lo que ocurre es que, a pesar del crecimiento económico, los migrantes con formación universitaria se encuentran con barreras que limitan su desarrollo profesional, especialmente la falta de reconocimiento de títulos extranjeros y la complejidad burocrática.
Un vistazo a la problemática
En una visión general a la región latinoamericana, los profesionales migrantes con formación en áreas clave como ingeniería, educación, administración de empresas, y otras profesionales más, enfrentan dificultades que van más allá de las aptitudes, algo que se ve reflejado en sus cifras: 4.3 millones de personas refugiadas y migrantes tienen dificultades para acceder a alimentación, vivienda y empleo formal, según alertan organizaciones como la OIM.
Siendo un poco más específico y para tener un panorama claro de la problemática, el informe de Equilibrium CenDE y Konrad Adenauer Stiftung - KAS Perú complementa lo mencionado por el resto de organizaciones señalando en su estudio que un alarmante 91.70% de los venezolanos que viven en Perú y que tienen estudios superiores completados no han logrado homologar sus títulos.
Además de ello, el informe señala que las razones por la que migrantes con estudios universitarios no pueden trabajar en sus profesiones incluyen la imposibilidad de costear la continuidad de los estudios, dificultades de acceso a la documentación requerida, falta de redes de apoyo y conocimiento local, así como un limitado entendimiento de la oferta educativa en el país.
La triste realidad revelada por este informe destaca una problemática que afecta la integración laboral de migrantes con estudios universitarios, evidenciando la necesidad de abordar las barreras burocráticas y ofrecer soluciones que permitan aprovechar el valioso capital humano que representan estos profesionales en los países receptores.
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