La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, se defiende en el proceso en su contra. El Senado deberá votar este miércoles sobre su posible destitución.
La presidenta suspendida de Brasil, Dilma Rousseff, quien enfrenta un juicio político con miras a su destitución y que llega este miércoles a su final, compareció ante el Senado. “Yo no estoy luchando por mi mandato ni por vanidad ni por apego al poder, como aquellos que no tienen carácter, principios o que no tienen utopías a conquistar. Lucho por la democracia, por la vida y por la justicia. Lucho por el pueblo de mi país, por su bienestar”, expresó.
Critica a los senadores. Durante 45 minutos, Rousseff recordó que en 1971, siendo una joven revolucionaria de 20 años, fue apresada e incriminada por las fuerzas de la dictadura. Y que entonces se la juzgó por primera vez en su vida y se la condenó sin motivo. “Ahora no hay torturas, pero hoy también miro a los ojos de las personas que me juzgan. Y todos nosotros seremos juzgados por la historia. Esta es la segunda vez en mi vida en que, junto a mí, se juzga a la democracia”, comentó.
¿Intereses en el juicio?. “Sé que dentro de poco seré juzgada, una vez más en vida. Yo no tengo nada que esconder, no cometí ningún crimen de responsabilidad, no cometí los crímenes de los cuales me acusan injusta y arbitrariamente. Hoy Brasil está en el centro de la historia, el mundo nos está observando y todo el mundo está a la espera del desenlace de este juicio político. En el pasado de América Latina y de Brasil siempre ha habido intereses de sectores de la elite económica y política, esos intereses fueron heridos por las urnas y no por acciones jurídicas para una destitución ilegítima”, manifestó la presidenta suspendida de la primera economía de América Latina.
¿Violencia moral? “La ruptura democrática se da por medio de la violencia moral también, de pretextos constitucionales para que quede en apariencia todo con una legitimidad al gobierno que está asumiendo sin el apoyo de urnas. Se invoca a la Constitución para que el mundo de las apariencias pueda encubrir hipócritamente al mundo de los hechos. Las pruebas que se producen dejan claro y en contexto que las acusaciones que me dirigen son meros pretextos que tienen su base en una frágil retorica jurídica”, dijo Dilma Rousseff.
Conquistas sociales. “Lo que está aquí en juego no solo es mi mandato o un impeachment, es el respeto a las urnas, el respeto a la voluntad soberana del pueblo. Lo que está en juego aquí son las conquistas (sociales) de los últimos 13 años, las ganancias que obtuvo la población, las personas más pobres, la clase media, la protección a los niños, a los jóvenes, la valoración del salario mínimo, la realización de sueños como por ejemplo de una casa propia. Lo que está en juego aquí es la inversión en obras para poder garantizar toda la convivencia de los brasileños”, indicó.
Desenlace. El Senado deberá votar este miércoles sobre la destitución de Rousseff y si es separada definitivamente del cargo, su segundo mandato. De acuerdo con el diario español El País, los especialistas siguen coincidiendo en que el impeachment se va a aprobar.
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