La decisión se produce dos días después de que el organismo emitiera un duro informe sobre abusos contra manifestantes antigubernamentales, que el gobierno consideró una "extralimitación" de facultades de la entidad.
Nicaragua ordenó este viernes la salida de una misión del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, tras un contundente informe sobre la represión en el país, anunció la Cancillería en una carta distribuida a la prensa.
"Considerando que han cesado las razones, causas y condiciones que dieron origen a dicha invitación (a la misión de la ONU), este Ministerio comunica que da por concluida la invitación y finalizada la visita a partir de hoy 30 de agosto de 2018", indica la misiva del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La decisión se produce dos días después de que el organismo emitiera un duro informe sobre abusos contra manifestantes antigubernamentales, que el gobierno consideró una "extralimitación" de facultades de la entidad.
Desde el inicio de las protestas en abril, la violencia en el país deja más de 320 muertos, 2000 heridos y una cantidad no exacta de detenidos, desaparecidos y miles de desplazados a Costa Rica.
El representante de la misión de la ONU, Guillermo Fernández Maldonado, fue llamado a la cancillería para una reunión con el ministro Denis Moncada, en un ambiente tenso y lleno de protocolo, según una imagen exhibida sin audio por el estatal Canal 6 de televisión.
El organismo de la ONU anunció en una nota de prensa que "proseguirá su labor" de monitorear e informar sobre la situación de derechos humanos en Nicaragua "de forma remota", conforme su mandato conferido por la Asamblea General de la ONU. También indica que continuará apoyando a las víctimas y familiares y "reitera su disposición" de apoyar a las autoridades.
Denuncia contundente
El informe de la ONU, divulgado el miércoles en Ginebra, destacó el "clima de miedo" en Nicaragua tras la violenta reacción a las protestas antigubernamentales iniciadas en abril pasado contra la administración de Ortega.
"La represión y las represalias contra los manifestantes prosiguen en Nicaragua, mientras el mundo aparta la vista", señaló en Ginebra el Alto Comisionado Zeid Ra'ad Al Hussein, en un comunicado.
Entre las violaciones documentadas por el informe figuran "el uso desproporcionado de la fuerza por parte de la policía, que a veces se tradujo en ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, las detenciones arbitrarias y generalizadas, las torturas y los malos tratos".
"En casos en que hubo violencia por parte de los manifestantes, el uso de la fuerza letal por parte de las autoridades (...) así como la utilización de grupos armados progubernamentales, fueron violatorios al derecho internacional de los derechos humanos", señala.
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