Según la Policía, Elis Leonidovna Gonn, de 24 años, le arrojó la sustancia después de confesarse porque "el diablo le ordenó matar a alguien, de lo contrario el diablo le quitaría la vida a ella".
El sacerdote nicaragüense Mario Guevara, quien sufrió heridas en su rostro al ser rociado con ácido sulfúrico por una mujer rusa, perdonó a su agresora y llamó a "tener misericordia con la muchacha", afirmó una fuente de la Iglesia católica de Nicaragua.
"El padre Mario Guevara, con mucha sencillez y humildad, ha perdonado y llamado a tener misericordia con la muchacha que lo atacó. Esa es la actitud de un creyente, nosotros perdonamos para poder tener alegría en el corazón", dijo el obispo de la diócesis de Matagalpa, Rolando Álvarez, a periodistas.
Guevara, de 59 años, sufrió quemaduras graves en el rostro y otras partes de su cuerpo a causa del ataque de Elis Leonidovna Gonn, de 24 años y de origen ruso. El ataque ocurrió durante una sesión de confesiones, cuando la mujer se acercó por detrás al padre Guevara y descargó un recipiente con el ácido, según testigos.
"El diablo le ordenó ataque"
Otras cinco personas que estaban cerca del párroco resultaron con quemaduras leves, según la información policial. Un informe preliminar de la Policía de Nicaragua indica que Leonidovna Gonn atacó al sacerdote "porque el diablo le ordenó matar a alguien, de lo contrario el diablo le quitaría la vida a ella".
Según el informe, la rusa, quien ingresó a Nicaragua con su hija de 2 años, afirmó "tener condición de refugiada en Italia la que obtuvo argumentando ser perseguida en su país de origen por su orientación sexual, lesbiana, y pertenecer al movimiento feminista". "Dice ser enemiga de los hombres, a los que odia, su hija fue concebida por inseminación artificial", agregó la Policía de Nicaragua.
Guevara, quien fue llevado de emergencia a un hospital después del ataque, fue dado de alta tras una cirugía menor y se encuentra estable, según fuentes religiosas.
(Información de EFE)
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