El presidente ecuatoriano admitió que habrá segunda vuelta para definir a su sucesor y advirtió que "una derecha cavernaria" quiere gobernar su país.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, afirmó este miércoles que existe una "nueva derecha cavernaria, totalmente entregada al norte" que quiere gobernar su país, en alusión al candidato opositor Guillermo Lasso. Indicó que si la oposición llega a imponerse en segunda vuelta al candidato oficialista Lenín Moreno, estaría dispuesto a regresar a la escena política.
“Si gana la oposición probablemente tendré que regresar más pronto y estar en el momento histórico que se requiere (,..) En un año me podrían tener de nuevo aquí”, dijo en declaraciones a la prensa extranjera.
Admite segunda vuelta. En el líder de la llamada "revolución ciudadana" reconoció ante los medios extranjeros que los ecuatorianos volverán a las urnas para una segunda vuelta, luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) lanzará un último reporte al 98.5% de los votos escrutados. Según este recuento, Lenín Merino obtiene el 39,33 % de los votos y el opositor Guillermo Lasso 28,17 %. "Nos quedamos a medio punto de ganar en una sola vuelta", dijo
No obstante, Correa dijo estar confiado en que su partido Alianza País ganará la segunda vuelta el próximo 2 de abril. "Todo nos indica que venceremos. De hecho, en todos los escenarios el candidato más fácil de derrotar es Guillermo Lasso", afirmó.
Contra la derecha continental. El presidente ecuatoriano también arremetió contra la derecha "que pretende atentar contra la integración latinoamericana. "Hay deliberados intentos de destruir" la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), en favor de la Alianza del Pacífico y del Acuerdo de Asociación Transpacífico", afirmó.
Correa dijo que "cuando la derecha no puede ganar por la vía democrática", intenta "desestabilizar los Gobiernos", tal como ha intentado en Ecuador y Bolivia y conseguido en Honduras y Paraguay, donde "reaccionó la Unasur", además de en Brasil.
"Lo de Brasil es escandaloso y el mundo entero se quedó callado", dijo Correa en referencia al proceso de destitución de Dilma Rousseff como presidenta, que calificó de "golpe mediático parlamentario judicial", al tiempo que expresó su deseo de que "los pueblos de Latinoamérica despierten y vean lo que está en juego". Se trata, dijo, de "mañoserías (malas artes) de la derecha para impedir la democracia y la elección libre de nuestros pueblos".
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