El fallecimiento de 7 trabajadores humanitarios de la ONG World Central Kitchen (WCK) en un ataque israelí en Gaza ha generado reacciones de buena parte del mundo, luego que Israel admitió la muerte tras un ataque "no intencionado".
La muerte de siete trabajadores de la organización humanitaria World Central Kitchen (WCK) en un bombardeo israelí en la Franja de Gaza ha llevado al grupo fundado por el chef José Andrés a pausar sus operaciones en la región, y a buena parte del mundo a exigir respuestas a Israel.
El Ejército israelí continúa investigando lo sucedido pero el primer ministro, Benjamín Netanyahu, ya ha admitido la muerte de trabajadores humanitarios por un ataque "no intencionado" de las fuerzas del país, aunque sin citar al grupo.
Las tropas aún no han sacado conclusiones, pero el Ejército encargó una investigación independiente al Mecanismo de Investigación y Evaluación de Hechos (FFAM), un cuerpo liderado por un mayor general, encargado de ofrecer la mayor información posible para decidir si se abre una investigación criminal sobre incidentes en combate.
Según el medio Haaretz, que cita a fuentes de defensa, un dron israelí llegó a disparar tres veces contra un convoy de World Central Kitchen en la ciudad de Deir al Balah, en el centro del enclave, a pesar de que los coches estaban claramente marcados con el logotipo de la organización.
El grupo, que se encarga de repartir alimentos y comidas preparadas en lugares en conflicto o afectados por desastres, confirmó que entre los muertos hay ciudadanos australianos, británicos, polacos, palestinos y un ciudadano con doble nacionalidad estadounidense y canadiense.
"Investigación imparcial"
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, pidió a Israel "una investigación rápida, completa e imparcial" sobre el ataque que causó la muerte de los siete trabajadores humanitarios de WCK en Gaza.
Los trabajadores de WCK "son unos héroes" y "deben ser protegidos", recalcó Blinken en una rueda de prensa en París junto con el ministro francés de Exteriores, Stéphane Séjourné.
El responsable estadounidense dijo que han hablado con el Gobierno israelí para "hacerles comprender que hay que hacer más para proteger la vida de los civiles inocentes, sean niños palestinos o trabajadores humanitarios".
También consideró "simplemente insuficiente" el nivel de ayuda humanitaria que Israel permite entrar en Gaza, cuya población afronta una incipiente hambruna y carece también de material médico.
Blinken añadió que la pasada semana habló con el cocinero español residente en Estados Unidos y fundador de WCK, José Andrés, sobre "el trabajo extraordinario y valiente" que los miembros de esa ONG realizan en Gaza para llevar comida a una población bajo el riesgo de hambruna.
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"Inaceptable"
El Gobierno británico convocó a la embajadora de Israel en Londres, Tzipi Hotovely, por la "inaceptable" muerte de tres cooperantes británicos de la WCK.
A través de un comunicado, el Ministerio de Exteriores subrayó que se trasladó a la embajadora la "inequívoca condena por la horrorosa muerte de siete cooperantes de WCK, incluidos tres nacionales británicos".
En paralelo a la convocatoria de la embajadora, el ministro británico de Exteriores, David Cameron, llamó a su homólogo israelí, Israel Katz, para instarle a que su país "explique urgentemente cómo sucedió esto" y para que haga "grandes cambios que garanticen la seguridad de los cooperantes sobre el terreno".
Cameron tildó la muerte de los trabajadores de WCK de "completamente inaceptable" en su conversación con Katz.
Previamente, el primer ministro británico, Rishi Sunak, se había mostrado "conmocionado y entristecido" por la noticia y reclamó una investigación urgente porque "claramente hay preguntas que necesitan respuestas".
"Totalmente inaceptables"
Canadá también solicitó una "completa investigación" del ataque israelí contra un grupo de trabajadores humanitarios de la organización World Central Kitchen y que "los responsables de estas muertes rindan cuentas".
La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, añadió en su cuenta de X que está "horrorizada" por el ataque de las Fuerzas Armadas israelíes contra los trabajadores humanitarios y confirmó que uno de los siete fallecidos es canadiense.
"Condenamos estos ataques y solicitamos una completa investigación. Canadá espera que todos los responsables de estas muertes rindan cuentas y se lo comunicaremos directamente a Israel", subrayó.
La ministra canadiense señaló que "los ataques contra el personal humanitario son totalmente inaceptables" e insinuó que Israel podría estar violando sus responsabilidades legales al apuntar que "el derecho internacional humanitario debe ser respetado".
Australia denunció un acto "completamente inaceptable" y pidió a Israel "rendir cuentas" por la muerte de los trabajadores humanitarios. "Una tragedia que nunca debió ocurrir", agregó.
España, Reino Unido, Polonia y Alemania también exigieron explicaciones de lo sucedido.
Gaza, confrontada a una ofensiva aérea y terrestre y a un férreo bloqueo israelí, vive una grave situación humanitaria, con sus 2,4 millones de habitantes en riesgo de hambruna, según la ONU.
La guerra estalló el 7 de octubre cuando milicianos islamistas procedentes de Gaza mataron a 1.160 personas, la mayoría civiles, en el sur de Israel, según un recuento con base a datos israelíes. Entre los muertos había más de 300 militares.
Los comandos islamistas también tomaron unos 250 rehenes. Alrededor de 130 continúan en Gaza, de los que 34 habrían fallecido, según Israel.
En represalia, Israel lanzó una ofensiva para "aniquilar" a Hamás que ha provocado hasta ahora 32.916 muertos, en su gran mayoría civiles, según el último balance del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás en Gaza.
(Con información de EFE y AFP)
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