Habituado a las muestras de apoyo en los lugares que visita, el presidente mexicano se vio obligado a responder a los gestos desaprobatorios de miles de asistentes al nuevo establecimieneto. "¡Vamos a seguir ponchando a los de la mafia del poder!", rebatió.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, fue abucheado este sábado durante la inauguración de un estadio de béisbol en la capital mexicana, en el primer gesto de rechazo popular que se recuerda desde su abrumador triunfo electoral en julio pasado.
Habituado a ruidosas muestras de apoyo casi en cada lugar que visita y con altos índices de aprobación, según diversas encuestas, el izquierdista debió responder a los notorios gestos desaprobatorios de miles de asistentes al nuevo parque que se impusieron a las ovaciones.
"No voy a hablar mucho porque hay algunos aficionados de la porra del equipo fifí –como llama López Obrador a sus opositores en México-, pero la mayoría de la gente está a favor del cambio y está a favor del béisbol", dijo el presidente, invitado de honor a la inauguración.
Haciendo alarde de su conocida pasión por el béisbol y manejo del argot de este deporte, aprovechó para confrontar con sus adversarios políticos.
"Les voy a seguir lanzando pelota lisa y recta de 95 millas por hora y curvas. ¡Vamos a seguir ponchando a los de la mafia del poder!", expresó.
López Obrador lanzó la primera pelota en el estadio Alfredo Harp Helú, sede del equipo Diablos Rojos de México, que estrenaron su nueva casa con un juego de preparación ante un equipo de prospectos de los Padres de San Diego de las Grandes Ligas estadounidenses.
"Amigos y amigas, beisbolistas mexicanos, me da mucho gusto inaugurar este extraordinario estadio de béisbol", dijo el mandatario, conocido por sus iniciales como AMLO, quien se paró en el centro del diamante vestido con una chaqueta escarlata de los Diablos.
En su discurso, se comprometió a impulsar "todos los deportes", pero enfatizó su respaldo "al béisbol infantil, juvenil, amateur y profesional".
Después de su breve discurso, situado debajo del montículo, López Obrador cumplió con el protocolo de la primera pichada. El cátcher fue el empresario Alfredo Harp Helú, dueño de los Diablos Rojos e impulsor del béisbol profesional en México.
Harp Helú agradeció la presencia de los aficionados y del presidente "porque ama al béisbol como todos nosotros" y dio la bienvenida "al paraíso de los Diablos Rojos de México, uno de (sus) sueños".
Esta será la cuarta casa en la historia de los Diablos y la primera de su propiedad. Antes jugaron sus partidos como locales en el Parque Delta (1940-1954), el Parque del Seguro Social (1955-2000), el Foro Sol (2000-2014) y el Parque Fray Nano (2014-2018).
(Información de AFP)
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