El último domingo hubo 8 muertos en Oaxaca tras una jornada de violencia entre policía y maestros. La explicación del problema en la siguiente nota.
El pasado domingo, un grupo de maestros se enfrentó a la policía mexicana y la violenta jornada dejó 8 muertos. Sin embargo, estas protestas no son recientes. El gremio de profesores del país azteca viene reclamando la no implementación de la reforma educativa que plantea el gobierno de Enrique Peña Nieto desde el año 2013. Ya se registraron jornadas sangrientas durante ese período como las de Tlatelolco o la de Atenco.
Las razones. Los maestros protestan porque el gobierno busca implementar la reforma educativa que, para el gremio de maestros, ha sido elaborada a espaldas de ellos. Según refieren, no les anunciaron sobre los alcances y fue unilateralmente decidida por los ministros de Peña Nieto.
Evaluación de maestros. El punto más sensible y que ha sido el detonante para que las protestas recrudezcan es el de la implementación de una evaluación para los maestros que debería aumentar la competencia meritocrática, sin embargo es rechazada porque consideran que no hay una correcta división entre estados ni de los contextos sociales diferentes. Las condiciones de trabajo en un país tan desigual no son las mismas para todos, por ello los maestros consideran injusta la medida.
Temen despidos. Otro punto importante es el idioma para las evaluaciones, que serían en español mientras que en una buena parte de las comunidades mexicanas se hablan lenguas originarias del lugar y muchos maestros no tienen un correcto dominio del idioma. Estas y otras razones hacen concluir a los profesores mexicanos que, de aplicarse la ley, habrá una serie de despidos masivos y que se pasará de contratos masivos (como hasta ahora) a individuales.
Reuniones. Consideran injusta la medida y aseguran que lo que quiere el gobierno es lograr privatizar parcialmente la educación pública en el país de Norteamérica. La represión policial no amilana a los manifestantes quienes han anunciado más movilizaciones en diferentes estados del país. Por lo pronto, el gobierno y un grupo de representantes se reunieron para detener la violencia y dialogar las posibles vías de solución. México espera bajo una aparente calma por una solución que por el momento la voluntad política parece no darle.
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