De acuerdo a la confesión de uno de los jefes capturados estos lugares eran conocidos como "narcococinas".
La Procuraduría General de la República de México anunció el descubrimiento de una casa en el estado de Tamaulipas, donde el cártel de narcotraficantes de los Zetas incineraba los cuerpos de las personas que asesinaban.
El descubrimiento fue realizado con la colaboración del grupo “Voz y Dignidad por los Nuestros”, un organismo civil que agrupa a 60 familias de desaparecidos en el estado de San Luis de Potosí. Según comentó la representante de este grupo, Edith Pérez ellos ayudaron a identificar el lugar donde encontraron los restos calcinados.
Confesión y restos recuperados. La representante del grupo civil comentó que la Fiscalía ya tenía conocimiento de este lugar, pues el narcotraficante Enrique Santillán detenido en una prisión de máxima seguridad, confesó que su organización había asesinado a 500 personas. Santillán también reveló que incineraban a estas personas en sitios que habían denominado narcococinas en el municipio de Gómez Farías.
Pérez explico que durante esta diligencia los peritos de la fiscalía lograron recuperar 25 restos y que regresarán a trabajar en la zona durante las próximas semanas. Además agregó que cinco de sus familiares desaparecieron en una carretera de Tamaulipas al noreste mexicano en 2012.
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