El esfuerzo para reproducir los frescos duró dos años y medio además de 170 noches de levantamiento fotográfico.
Gabriel Berumen, director y productor de la réplica de la Capilla Sixtina en México, detalló el proceso con el que usó más de dos millones de fotografías para realizar una copia con 98 % de fidelidad y "multisensorial" del espacio, la cual se presenta por primera vez en el mundo.
Miles de visitantes. Con una afluencia que se acerca al millón de visitantes desde el 8 de junio pasado, la réplica usa aromas, audio e iluminación, recursos que guían a los visitantes a través de los pasajes más importantes del Génesis hasta el Juicio Final, en un proyecto que aspira llevar a los capitalinos este emblemático patrimonio de la humanidad.
Cómo nació el proyecto. Luego de que los hermanos Gabriel y Antonio Berumen llevaran un grupo oaxaqueño a compartir su cultura a la Ciudad del Vaticano y una de las artesanas se arrojara al suelo y rompiera en llanto, ellos decidieron replicar la capilla para acercarla a más gente, narró Gabriel a medios de comunicación.
Réplica autorizada. Como la única réplica con permisos otorgados por el Vaticano, el esfuerzo para reproducir los frescos de más de 500 años, destacando los del artista Miguel Ángel, duró dos años y medio además de 170 noches de levantamiento fotográfico y la participación de 80 artistas y 70 trabajadores entre ebanistas, herreros y constructores.
Trabajo. Gabriel aseguró que "México dentro de sus fronteras tiene la tecnología, los materiales y los artistas para haber levantado esta gran réplica de la capilla", pues la utilería fue realizada por artistas de la Escuela Nacional de Artes Plásticas y por Agustín Parra, el escultor en madera para las visitas papales en México.
En detalle. Explicó que "es primera vez en la historia que pasa un suceso de esta naturaleza", pues todo "es exactamente igual" a la célebre obra del Renacimiento. Se replicó incluso el piso de mármol que aprecian los visitantes en la capilla original y la alfombra roja usada solo durante la celebración del cónclave cardenalicio. (EFE)
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