La pareja cumple con los criterios comunes, explica Hannan, a cargo de esta especie. "Reconocen los gritos y cantos particulares del otro. Solo los pingüinos en pareja logran encontrar a su compañero llamándolo cuando están separados", explica.
Dos pingüinos machos que viven en pareja incubaron un huevo y se ocupan de la cría como padres, anunció este viernes un zoológico marino de Australia.
Estos dos pingüinos papúas, llamados Sphen y Magic, "se alternan para ocuparse del pequeño", nacido el 19 de octubre, contó a la AFP una responsable del acuario marino de Sídney, Tish Hannan.
Los dos pingüinos llamaron la atención de los guardias del zoológico marino porque estaban siempre juntos. Al ver que habían preparado un nido con guijarros, el personal decidió darles un huevo falso.
Lo incubaron, ante lo cual el zoológico optó por proporcionarles uno de verdad, puesto por una hembra.
La pareja cumple con los criterios comunes, explica Hannan, a cargo de esta especie. "Reconocen los gritos y cantos particulares del otro. Solo los pingüinos en pareja logran encontrar a su compañero llamándolo cuando están separados", explica.
Al contrario de lo que ocurre con la mayoría de los mamíferos, los pingüinos comparten las responsabilidades como padres en estricta igualdad y cada uno le dedica la mitad del tiempo.
"No existe una gran diferencia en el cuidado de la progenitura entre machos y hembras", afirmó el especialista. Por lo tanto "es frecuente tener parejas de dos machos o dos hembras que se cortejan o comportan como padres".
En la naturaleza estas parejas no suelen tener crías y no duran ya que cada uno de los miembros acaba decantándose por otro compañero.
"Como dimos a Sphen y Magic la posibilidad de una temporada de reproducción exitosa, es muy probable que vuelvan a estar juntos el año que viene", adelanta Hannan.
Este caso ya se dio en otros zoológicos, como en Berlín, donde dos pingüinos de Humboldt machos acogieron a una cría rechazada por sus padres biológicos.
A finales de los años 1990, Roy y Silo, dos pingüinos yugular machos del zoológico de Nueva York intentaron aparearse. Los guardias los vieron tratando de incubar una piedra y les dieron un huevo del que acabó naciendo una cría. La hembra nacida de esta unión, Tango, se emparejó con otra hembra.
AFP
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