La decisión de contratar soldados en las prisiones preventivas es un reflejo de que en las penitenciarías se está agotando la reserva de presos para la guerra.
El Ministerio de Defensa de Rusia tiene previsto reclutar en los próximos meses a unos 20.000 hombres en prisiones preventivas ante la acuciante falta de soldados en el frente de Ucrania, según informó el martes el portal de investigación Historias Importantes.
Esos hombres representarán casi un 40 % del total de imputados -unos 60.000- que esperan comparecer a juicio en las prisiones de Rusia, señaló una fuente de Defensa al medio independiente.
Un grupo de militares encargados de reclutar soldados profesionales tendrán que seleccionar los inculpados que son aptos y están dispuestos a firmar contratos para combatir en Ucrania.
Dos abogados confirmaron a Historias Importantes que las administraciones de los centros de detención provisionales rusos se disponen a "romper las cadenas" de los imputados para enviarlos a la guerra.
Según Defensa, cada prisión puede aportar cerca de un centenar de hombres, con lo que si se tiene en cuenta que en todo el país existen 210 centros de ese tipo, los servicios penitenciarios podrán alistar a unos 20.000 soldados.
La decisión de contratar soldados en las prisiones preventivas y no en las cárceles comunes o de máxima seguridad es un reflejo de que en las penitenciarías se está agotando la reserva de presos para la guerra, señaló.
Crimen de guerra
En el primer año de la guerra en Ucrania el Grupo Wagner reclutó a unos 50.000 presidiarios, de los que la mayoría murieron, desaparecieron, desertaron o cayeron presos, según organizaciones de derechos humanos.
Los que regresaron con vida del frente fueron indultados, según el fallecido fundador de Wagner, Yevgueni Prigozhin, que los cifró en unos 5.000.
En su momento, expertos de la ONU advirtieron que el reclutamiento de presidiarios, que también tendría lugar en las prisiones situadas en los territorios ocupados por las tropas rusas en Ucrania, podría constituir un crimen de guerra.
Pese a la insistencia de los halcones, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, se resiste a convocar una nueva movilización de reservistas, tras lo impopular que fue la anunciada en septiembre de 2022 y que provocó el éxodo al extranjero de cientos de miles de rusos.
La firma de contratos por parte de voluntarios se había reducido dramáticamente en la primera mitad del año, aunque ascendió notablemente tras la invasión ucraniana en agosto de la región de Kursk, por lo que Putin se vio obligado a incrementar hasta 1,5 millones el número de soldados en el ejército de Rusia.
(Con información de EFE)
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