El hallazgo de los investigadores rusos fue hecho en ‘La Puerta al Inframundo, un cráter en Siberia. Nunca se había encontrado el cuerpo de un caballo prehistórico.
(Agencia N+1 / Daniel Meza). Científicos de Rusia anunciaron un hallazgo paleontológico extraordinario: lograron desenterrar un potrillo fosilizado del Paleolítico casi en perfectas condiciones en Siberia. La información fue recogida por el diario Siberian Times.
El mamífero fue sacado del permafrost (capa de suelo permanentemente congelado) en el cráter de Bataiga de Siberia, llamado también 'La puerta al inframundo', y su cuerpo está tan bellamente preservado que parece que estuviera durmiendo apaciblemente. Los investigardores estiman que el potrillo murió hace unose 30 mil o 40 mil años, durante el Paleolítico Superior.
El fósil fue descubierto por residentes locales y excavado por científicos de Japón y Rusia, para luego ser llevados por el Museo del Mamut en la Universidad Federal del Nordeste en Yakutsk, Rusia. Este es el primer hallazgo en el mundo de un caballo prehistórico tan joven y con tal nivel de conservación, indicaron las autoridades del museo.
Lo que se sabe del 'potrillo'
El potrillo tenía entre 2 o 3 meses cuando murió y medía 98 cm desde el hombro. Conserva en excelente estado su pelaje marrón oscuro, su melena, cola y pezuñas. Del mismo modo, sus órganos internos se mantuvieron en perfecto estado al mantenerse en las gélidas temperaturas del permafrost.
La especie, de acuerdo a los investigadores, es genéticamente diferente de los equinos que viven en la región Yakutia. Se trata de un Equus lenensis, que deambulaba en el Pleistoceno tardío, hoy extinto y conocido por restos momificados en el permafrost.
Los investigadores tomaron ejemplos de pelo, líquido, fluidos biológicos y muestras del suelo donde el potrillo fue hallado para llevar a cabo una lista de pruebas incluyendo una autopsia completa para entender cómo murió el espécimen. Uno de los detalles más llamativos es que no se detectaron heridas en el cuerpo.
De acuerdo a los expertos que tomaron parte de la expedición, el caballo bebe podría haber resbalado antes de caer en una suerte de trampa natural. Adicionalmente, para determinar la causa de la muerte, la autopsia permitirá a los científicos conocer cómo vivió el caballo. Planean, por ejemplo, analizar los contenidos de su estómago y ver qué es lo que comió.
Esta noticia ha sido publicada originalmente en N+1, ciencia que suma.
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