ONG Provea achacó a Maduro "delitos alimentarios" y usar el hambre como un "instrumento de dominación política".
El 16.2% de niños padecieron algún tipo de desnutrición en el 2017, el doble con respecto al 2016, por la crisis económica que golpea Venezuela reveló este miércoles la ONG Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea).
La nutricionista y experta en seguridad alimentaria Susana Raffalli dijo en la presentación del informe anual que estos datos suponen "delitos alimentarios" que cursaron durante el 2017 y que dejan constancia de la "situación nutricional de emergencia" que atraviesa el país.
Indicó que "incluso los (niños) que se recuperan" de un cuadro de desnutrición "ya tienen un retardo de crecimiento" que afectará su talla y peso durante todas las etapas de su vida. "Las cifras son el resultado, detrás de eso hay toda una vulneración", añadió al asegurar que el Gobierno venezolano usa el hambre y los alimentos como un "instrumento de dominación" política.
Según la investigadora, el Gobierno de Nicolás Maduro reconoció la crisis alimentaria de 2017 con el relanzamiento del programa de "casas de alimentación", de las cuales planeó abrir unas 3.000 en todo el país, aunque Provea no pudo comprobar este número.
El informe, que se construyó a partir de datos de varias investigaciones independientes, también reveló que 9 de cada 10 venezolanos no puede costear sus propios a alimentos y que 8 de cada 10 redujo su ingesta.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de crudo en el mundo, sufre una crisis económica que se traduce en escasez de alimentos básicos y medicinas así como en hiperinflación, un fenómeno que dificulta aún más la obtención de alimentos.
(Con información de EFE)
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