Este lunes se tenía programado el retorno a clases en medio de la severa crisis económica, la cual impide a las familias comprar útiles o alimentar bien a sus hijos para que puedan concentrarse.
Este lunes se daba inicio a las clases en Venezuela. Sin embargo, muchas aulas estaban casi vacías debido a la grave crisis económica que, según gremios y maestros, impide a las familias comprar útiles o alimentar bien a sus hijos para que puedan concentrarse en las escuelas.
Con al menos 6,4 millones estudiantes inscritos en escuelas públicas y 1,2 millones registrados en institutos privados, según el Ministerio de Educación, el sistema educativo sufre por la hiperinflación y la recesión que pulverizaron el ingreso tanto de padres como de docentes.
A pesar de todo, el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, dijo el viernes que las clases se reanudaban el lunes en casi 30 mil colegios del país, 5 mil de ellos privados. En un mensaje en la televisión estatal, el presidente Nicolás Maduro dijo la noche del lunes que "hemos arrancado con buen pie el año escolar".
"Vale la pena ver a un país educándose (...) estamos disfrutando de la felicidad de los maestros", agregó Maduro, quien aseguró que ya comenzó la entrega de mochilas con libros y uniformes en todo el país.
Poca presencia
En la ciudad de Caucagua, a unos 75 kilómetros al suroeste de Caracas, sólo asistieron a la pequeña escuela pública Miguel Acevedo tres del total de 65 alumnos de educación primaria. Así lo indicó a Reuters la directora Nereida Veliz, de 50 años y con 30 de educadora.
Las ocho maestras de este plantel, que no tiene luz y solo recibe agua tres veces por semana, esperaban en los recintos vacíos que los estudiantes llegaran cerca del mediodía porque sirven un almuerzo, que suele ser algo de yuca o plátano y en ocasiones un poco de carne y huevo.
"Ellos no comen en su casa, comen aquí", dijo Veliz sentada en un viejo banco de madera de la escuela, que a principios de este año ingresó a un programa del Gobierno que entrega a las instituciones alimentos que son preparados en los mismos centros de enseñanza.
Veliz dijo que en esta coyuntura los alumnos faltan en promedio la mitad de los 200 días de clases y que por eso el rendimiento escolar "es bastante bajo". Para Luis Guillermo Padrón, presidente de la Federación Venezolana de Maestros en el estado central de Carabobo, el ausentismo se debe a "la aguda crisis que están sufriendo los representantes con sus niños" que lleva a no tener dinero para uniformes, útiles o zapatos.
Reuters
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