La cantante australiana dio la bienvenida oficial a la Navidad en un concierto único en el mítico Royal Albert Hall de la capital inglesa.
Envuelta en lentejuelas y acompañada por su inseparable bola de discoteca, la cantante australiana Kylie Minogue dio la bienvenida oficial a la Navidad en un concierto único en el mítico Royal Albert Hall de Londres donde presento su último álbum "Kylie Christmas".
Hasta 5.500 personas se rindieron a la voz y a la sensualidad de la belleza rubia, que prescindió de coros pregrabados y apostó por la música en directo de una orquesta durante uno de los pocos espectáculos que dará para presentar su nuevo trabajo.
Durante dos horas la celebridad australiana interpretó las canciones que componen su álbum navideño, aunque no se olvidó de los grandes éxitos que la han hecho famosa en todo el mundo.
El frío de la ciudad del Támesis no asustó a la estrella que, con hasta seis cambios de vestuario, lució su esbelto cuerpo con minivestidos llenos de lentejuelas siempre acordes a las festividades de esta época.
Minogue mostró ser una artista cercana: dio un abrazo a una niña pequeña, retó a la multitud cubierta de gorros de Papa Noel a cantar con ella el villancico "The Twelve Days Of Christmas" y solo bastó un chasquido de dedos de la rubia de Melbourne para que todo el Royal Albert Hall lo repitiera con ella.
Tras una explosión de globos, la cantante se despidió del auditorio pero para ese momento su pareja el actor británico Joshua Sasse ya estaba subido en el escenario para entregarle a la belleza rubia un ramo de rosas.
Antes de desaparecer de los focos, Minogue no dudo en arrodillarse y besar el suelo del Royal Albert Hall en señal de agradecimiento a un público inglés que siempre le ha sido fiel.
EFE
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