El Día de la Canción Criolla, celebrado cada 31 de octubre en Perú, no es solo una fecha conmemorativa, también es reflejo de un género musical que ha sabido mantenerse a través del tiempo y que se adapta a las nuevas tecnologías. Exploremos en el siguiente informe el pasado y futuro de la hermosa tradición que une a los peruanos al ritmo de la guitarra y cajón.
Por Claudia Huamantingo
En las calles limeñas del siglo XIX, guitarras, cajones y voces mestizas dieron forma a un género que fusionaba la nostalgia española, la cadencia africana y el sentimiento popular. Fue en 1944 cuando el Gobierno de Manuel Prado declaró oficialmente el 31 de octubre como el Día de la Canción Criolla, una efeméride que buscaba afirmar la identidad nacional frente a las influencias extranjeras.
La música criolla ha sobrevivido gracias a la tradición oral, las peñas familiares y el amor por las canciones que narran historias de afecto, barrio y resistencia.
En 1987, la Organización de Estados Americanos (OEA) declaró a la música criolla Patrimonio Artístico de América. Ese día, los maestros Óscar Avilés y Arturo “Zambo” Cavero conmovieron al continente al interpretar tres temas, entre ellos dos temas considerados himnos nacionales. Estos son "Y se llama Perú" y "Contigo Perú".
La esencia del género reside en el sonido, y para ello los instrumentos son fundamentales. En pleno centro de Lima, Elizabeth Maquera lleva más de veinte años dedicada a la venta y fabricación de instrumentos musicales. Ella ha sido testigo de cómo la música criolla sigue latiendo, incluso entre las nuevas generaciones.
"Bueno, los cajones profesionales están a partir de, es de lo más económico, es de los 50 soles a más, 80, 100, 150 y al más profesional ya pues 700, 600, 700 soles. Para que lo confeccione, un día, pero cuando esa cantidad sí, ya es más. ¿Un cajón se puede hacer en un día? Sí, sí, sí, claro. No siempre, siempre va en aumento. La música siempre está, que siempre va para más y creo que va a seguir más todavía. O sea, no es un sector afectado el criollismo, ¿está vivo todavía? Sí, claro, y es lo de bueno que todos los colegios a nivel nacional están implementando bastante la música criolla, la música andina también"
El testimonio de Elizabeth representa el puente entre la tradición artesanal y las nuevas formas de aprender música. Mientras conserva técnicas heredadas, ella lo adapta a su trabajo a una época en la que los jóvenes descubren la música criolla desde las plataformas digitales.
La música criolla sabe adaptarse a la modernidad
Para comprender la evolución de la música criolla, Óscar Cavero, productor y director musical con más de veinte años de trayectoria y colaborador de la cantante Eva Ayllón, sostiene que el género ha perdurado porque sabe adaptarse a la modernidad sin perder su esencia.
"Se empezó a tocar la guitarra de una manera, el cajón de otra manera, algunos arreglistas y productores incluyeron nuevas sonoridades como los clarinetes, violines y hasta teclados sintetizadores como en mi caso con Eva Ayllón y ahora escucho a loas jóvenes y también interpretan de otra manera porque siempre somos influenciados por la música de la generación"
Según Cavero, hoy en día la inteligencia artificial también podría contribuir a digitalizar partituras antiguas, recrear sonidos perdidos o entrenar algoritmos para que reconozcan los patrones del vals y la marinera limeña. Incluso, esta tecnología -según señaló- permitiría generar acompañamientos interactivos para que los jóvenes practiquen desde casa con guitarras o cajones virtuales.
La fusión entre música y letra da vida a la canción, pero ninguna melodía está completa sin su danza característica. Los pasos del festejo siguen resonando con fuerza. Los pasos del festejo siguen resonando con fuerza. Manuel Gamarra, músico de la agrupación Afro-K, explica que su grupo ha creado una propuesta original al combinar los sonidos afroperuanos con influencias de la música contemporánea. Esta propuesta, que suma más de 28 músicos y bailarines, es compartida con las nuevas generaciones a través de las redes sociales.
"Nuestro arte busca revalorizar la cultura afroperuana para así darle identidad, por un lado, respeto por nuestras raíces y así mostrar el reconocimiento que se merece. Por eso creo que Afro-K viene a ser una mezcla entre tradición y modernidad, ya que somos una propuesta de gente joven que busca mostrar su arte. Somos un puente entre generaciones"
El Archivo Nacional de Derecho de Autor de Indecopi conserva más de 66 000 registros musicales. Gran parte de ello corresponde a piezas criollas que forman parte del patrimonio cultural.
El género también cuenta con reconocimiento internacional: Susana Baca ha ganado tres premios Latin Grammy, y Eva Ayllón recibió el Latin Grammy a la Excelencia Musical, demostrando que el criollismo sigue proyectando la identidad peruana más allá de nuestras fronteras.
La música criolla no solo pertenece al pasado; también puede ser parte del futuro. Con herramientas digitales, talleres virtuales y archivos sonoros, la identidad musical del Perú puede seguir inspirando a nuevas generaciones. Porque entre el sonido del cajón y los algoritmos, lo criollo sigue latiendo con alma, con sentimiento y con historia.