Desde su cima se puede apreciar la Cordillera Blanca, los nevados, la Cordillera Huayhuash y todos los pueblo de la provincia ancashina de Huaylas.
Si Huaylas tiene un vigilante, ése es el imponente cerro Yanayco, considerado desde épocas muy antiguas como el mirador natural de esta provincia ancashina, ya que desde su cima se pueden ver todos los pueblos que la conforman, además de los maravillosos nevados.
En la época preincaica, el cerro Yanayco significó mucho para el imperio Huaylas, cuyo territorio era asechado por diferentes culturas como los Conchucos. Por ello, los Huaylas colocaron un centinela en lo alto para vigilar sus dominios e impedir el ingreso de personas extrañas.
“Si advertían algún peligro de invasión, enviaban señales de humo para actuar de inmediato”, cuenta el especialista en Turismo de la ciudad de Caraz, Edgard Milla Echevarría.
Debido a su importancia y valor histórico, el cerro, situado en el distrito de Pueblo Libre, se ha convertido en un potencial turístico.
Desde la cúspide se puede apreciar la Cordillera Blanca, los nevados Huandoy, Huascarán, Santa Cruz, Caraz, Copa y los nevados de la Cordillera Huayhuash. Además, permite observar todos los distritos de la provincia de Huaylas y la ciudad de Yungay.
En la cumbre del Yanayco se encuentra una cruz de madera de 4 metros de alto y a unos metros se sitúa un espacio arqueológico de aproximadamente 8 metros de diámetro. Este lugar fue utilizado como punto de vigilancia por los Huaylas.
Para llegar al mirador natural se pueden utilizar dos rutas: la primera, por la carretera al distrito de Quillo y la otra, por el distrito de Pueblo Libre.
El cerro también es el escenario de la peregrinación que realizan los fieles en Semana Santa. Cada año los hermanos Franciscanos y los feligreses escenifican el Viernes Santo.
Aun cuando en diferentes épocas del año los turistas nacionales y extranjeros lo visitan, el especialista en Turismo, Edgard Milla, considera que es un atractivo turístico que debe ser recuperado y puesto en valor a fin de darle un verdadero potencial.
Señala que, frente a esta necesidad, la Municipalidad Provincial de Huaylas no ha tomado cartas en el asunto, a pesar que se le presentó un proyecto de desarrollo turístico.
Yanayco es una palabra quechua que significa “perro guardián”. Su lado frontal tiene la forma de un perro sentado, que a decir de los lugareños vigila a sus pueblos y los cuida de los extraños, pero lamentablemente, no los puede proteger de la indiferencia de sus propias autoridades.
Por: Yanet Reyes
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