En el último reporte del Ministerio de Salud, se sumaron en las últimas 24 horas otros 8 805 casos confirmados de COVID-19. Si bien las autoridades de salud atribuyen que, al hacer una gran cantidad de pruebas, permite registrar más casos positivos, surgen interrogantes sobre la interpretación de estas cifras: ¿realmente estamos en una meseta como indica el Gobierno? El exjefe del Instituto Nacional de Salud, Luis Suárez, explicó en RPP Noticias cómo entender la curva epidémica en el Perú.
En los reportes diarios del Minsa se informa los casos positivos registrados a través de las pruebas moleculares y serológicas/rápidas. Por ejemplo, los 8 805 casos confirmados en las últimas 24 horas fueron la suma de casos positivos registrados, a través de 1,023 pruebas moleculares y 7, 782 pruebas serológicas o rápidas.
El epidemiólogo Luis Suárez dijo que no es recomendable juntar casos sintomáticos con resultados positivos de pruebas serológicas, ya que puede generar confusión, debido a que estos últimos pudieron haber desarrollado anticuerpos hace semanas o meses atrás.
“Si hacemos muestras hoy en un paradero de bus o en un mercado no quiere decir que los positivos que salgan son nuevos contagios, porque pueden haberse expuesto meses atrás y ahora tienen anticuerpos positivos”, explicó en Encendidos.
Curva epidémica en el Perú
Suárez explicó que la curva epidémica se construye con pacientes sintomáticos y se ordena, según la fecha de inicio de la enfermedad. En esa línea y según lo informado por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, la curva del Perú está “decreciendo”, pero el especialista lanzó una advertencia:
“Todas las curvas están en fase de descenso, todavía hay casos importantes, pero están en fase de descenso, pero ahora hay un par de aspectos a tener en cuenta. Uno de ellos es el retraso de ingreso de información al sistema. Eso podría explicar que no es tan rápido el descenso, pero es indudable que hay un descenso”, dijo.
“Lo otro es que las epidemias tienen una forma de montaña, eso se ha descrito en el siglo XIX, y lo que sucede cuando intervenimos es evitar que sea una montaña que se eleva y cae rápidamente, sino que se enlentece la transmisión y se vuelve una lomita menos picuda. Cuando se habla de meseta es que estamos a la mitad de esa lomita y recién ha empezado a descender y falta el 50% de la epidemia. La advertencia es que tenemos esa curva epidémica con estas circunstancias con cuarentena con gente en su casa. Si aumentamos la cantidad de susceptibles en la calle y si aún no ha disminuido lo suficiente la transmisión, eso podría incrementarse”, advirtió.
En ese sentido, dijo que el Ejecutivo debe aumentar la campaña de prevención referido al uso de mascarilla y el distanciamiento físico entre personas.
Estudios de seroprevalencia
El especialista indicó que en el Perú todavía no se hacen estudios de seroprevalencia. Este estudio se trata de tomar una muestra representativa de todo el país y aplicar la prueba rápida para conocer la cantidad de gente que ya se infectó. Suárez dijo que por los muestreos hechos en paraderos de transporte o mercados dan “una idea” de por dónde se mueve el virus.
“Tenemos el muestreo que se ha hecho en paraderos o mercados que son muestras intencionales o muestras de conveniencia que no son representativos de la población, pero dan una idea. Que nos digan que el 40% de población que usa Metropolitano [es positivo], ese dato puede reflejarnos lo que está pasando en la población de donde ellos provienen. Igualmente, con los mercados: más que pensar que el mercado es el que tiene esa prevalencia, es la procedencia de esa población”, detalló.
El gerente binacional de Calidad de SIMED, empresa proveedora de pruebas de descarte del COVID-19 al Estado peruano, Yeffrid Yalta, explica las características de cada prueba y en qué casos aplicarlas.
Prueba molecular
- Es aquella que detecta directamente el virus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad COVID-19.
- Esta prueba debería realizarse si una persona tiene sospecha de contagio, tenga síntomas o no, lo más cerca posible al inicio de los síntomas o cerca de una semana posterior a la fecha de exposición respectivamente.
- Permite detectar el ARN (ácido ribonucleico) viral en el organismo de las personas infectadas, el cual es un indicativo específico de la presencia del virus. El proceso de análisis mediante esta tecnología en un laboratorio clínico puede tardar, dependiendo de la metodología, entre 1 a 5 horas para su procesamiento una vez que la muestra empieza a ser analizada.
- La forma correcta de tomar la muestra en el análisis de rutina es con dos tipos de hisopado de extracción conjunta: hisopado nasofaríngeo (por la nariz) y el hisopado orofaríngeo (por la boca) para obtener la mayor sensibilidad posible.
Prueba rápida para anticuerpos
- Es aquella que detecta los anticuerpos totales, los anticuerpos IgM o los anticuerpos IgG, producidos por el cuerpo en defensa contra la enfermedad.
- Esta prueba se puede complementar a la molecular dentro de la estrategia de diagnóstico del COVID-19. Suelen emplearse cuando muestran reactividad y conforme a la aparición de cada tipo de anticuerpo para poder determinar el estado y posibilidad de transmisión de la infección, en conjunto con datos clínicos y epidemiológicos, así como exámenes auxiliares en algunos casos.
- Requiere personal calificado para su interpretación, por lo explicado anteriormente.
- Es recomendable aplicarla luego de dos semanas después del contagio para poder determinar en qué etapa se encuentra el virus.
- Se sugiere que este tipo de prueba se realice de forma masiva a las personas más expuestas al virus como el personal sanitario, trabajadores de mercados, cajeros, choferes, entre otras, para diagnosticar alguna infección pasada.
- El resultado se obtiene rápidamente, ya que solo se extraen algunas gotas de sangre del paciente en un proceso que toma pocos minutos hasta su reporte.
