Los hijos de Mario y Guadalupe nacieron en Venezuela, Perú y Chile. Se trata de una bebé de apenas dos meses de nacida y dos niños de entre 3 a 7 años.
Han pasado 21 días desde que el ciudadano venezolano Mario Ramírez, su esposa y sus tres menores hijos están varados en medio del desierto. No están en Chile ni en Perú, sino en un punto medio conocido como la Línea de la Concordia, entre los complejos fronterizos de Santa Rosa (Tacna) y Chacalluta (Arica), a la espera de soluciones para continuar su trayecto a su país de origen: Venezuela.
Mario y su esposa Guadalupe, quienes forman parte del grupo de 300 migrantes indocumentados – en su mayoría venezolanos – apostados en la frontera sureña, poseen una historia bastante particular. Resulta que tienen tres hijos – un niño de 7 años, una niña 3 y una bebé de apenas dos meses – que han nacido en diferentes países.
El hijo mayor de la pareja nació en Venezuela, desde donde migraron hasta Perú en búsqueda de un mejor estilo de vida, debido a la crisis que atraviesa el país caribeño; y fue en tierras peruanas donde engendraron a su segunda hija.
Ante la falta de oportunidades, Mario y Guadalupe migraron a Chile y tuvieron a su tercera hija; sin embargo, las cosas no salieron como pensaban y se vieron en la obligación de abandonar el país a raíz del endurecimiento de las políticas migratorias del Gobierno de Gabriel Boric.
“Muchos dirán que somos inconscientes para estar en esta situación con una bebé. No todos tenemos la misma posibilidad y, bueno, decidimos volver a nuestro país. Queremos que las entidades competentes cedan y nos den el paso libre. Yo no quiero quedarme en Perú, quiero seguir mi camino a Ecuador, Colombia y Venezuela”, narró Mario a RPP Noticias.
“Solo queremos seguir el paso”
Desde hace casi un mes, la pareja trata de regresar sin éxito con su familia a Venezuela; pero no pueden porque ambos no cuentan con los documentos en regla. “No es que estemos dando lástima, solo queremos seguir el paso [a Venezuela]; no me quiero quedar en Perú”, aseveró.
Para soportar los días bajo el desierto que une Chile y Perú, Mario y su esposa han amarrado sábanas a un poste y palo de madera para improvisar una carpa. “No es que estemos dando lástima, solo queremos seguir el paso; no me quiero quedar en Perú”, comentó.
El canciller chileno Alberto van Klaveren ha anunciado que este domingo, 7 de mayo, un avión procedente de Venezuela aterrizará en Chile para conducir a los migrantes de retorno a su país.
“Es un primer vuelo y esperamos que, próximamente, pueda haber más vuelos, pero eso es algo que tendremos que conversar con nuestra contraparte venezolana”, señaló.
La ministra de Relaciones Exteriores de Perú, Ana Gervasi, ha información que, inicialmente, 150 venezolanos serán repatriados desde la línea fronteriza.
Pese al anuncio de las autoridades chilenas y peruanas, así como el inicio de la verificación de migrantes empadronados para abordar el primer vuelo humanitario, Mario se mostró escéptico y dejó el destino de su familia en manos de Dios.
“El domingo llega el supuesto avión y se va un avión. Tengo tres opciones: La primera es la bendición de Dios, la segunda es el avión y la tercera es que abran el paso y seguir adelante”, culminó.
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Crisis migratoria: una familia varada en la frontera tiene tres hijos de distintas nacionalidades
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