La Libertad: Tradiciones y anécdotas de burros

Como si el tiempo no hubiese pasado, a mis 32 años una foto de unos burros, o llamado de tantas formas como asnos, pollinos, jumentos, borricos; despertó mis recuerdos cuando recibía las anécdotas de mis padres, como la llegada de la leche de vaca en cantinas y embudo pegados a ese grisáceo animal que llegaba a Trujillo desde el pueblo Moche.
 
Este animal de poco más de un metro y medio se dice que solo sirve para carga, para preparar campos de cultivos e incluso para deportes como el burrocross o para apoyar a personas que practican trekking. O también existen las personas que venden clandestinamente su carne en diversos centros de abastos.

En San Pedro de Lloc, capital de la provincia de Pacasmayo, a más 80 kilómetros de Trujillo, a estos burritos les colocan aperos para cargar en sus costados 18 adobes de aproximadamente cinco kilos.
 
Dicho lugar es muy tradicional porque trata de conservar su aspecto colonial y rústico. Donde se dice se prepara el mejor tamal del Perú, conocido como el “tamal sanpedrano”, es quizá ahí uno de los pocos sitios de la costa de la región La Libertad donde se aprecie con mayor naturalidad el paso a diario de burritos llevando carga de adobes, arena y hormigón para alguna construcción casera.

Aunque cada vez son menos las familias que se dedican a esta labor como los Barba o Ventura, sanpedranos de pura cepa, según me refiere Maricarmen Ballena, una reconocida periodista y colaboradora de RPP Noticias en Pacasmayo; ellos transmiten esta herencia de abuelos a hijos y a nietos en el uso de sus jumentos.
 
Incluso cruzan la Panamericana Norte para llegar al cerro Chilco y transportar arena de las canteras de ese lugar desértico. Son como cuatro familias que mantienen vivo este peculiar transporte. El servicio por burro, que carga dos sacos de arena cuesta S/.2.50. En el caso de los adobes, solo el traslado de un millar tiene un precio de cien nuevos soles.

Anécdotas en el ande liberteño
 
A principios del siglo XX la construcción de carreteras en el ande de La Libertad era una necesidad que hasta ahora, a una década del siglo XXI parece una utopía. En esos tiempos llegaban ingenieros especialistas enviados por el Gobierno Central que al notar la agreste geografía, no faltaba un campesino que expresase que mejor “traigan al burro, por donde el burro se va, por ahí se hace la carretera”.
 
En el libro “Nuevas estampas andinas”, del escritor Euclides Santa María escribió un texto muy jocoso y a la usanza de 1929, que lo tituló “En Pachín hasta los burros son sabios”.  En él relata los pronósticos de un burro que dejó echando chispas a un grupo de ingenieros que llegaron de Lima para analizar los fenómenos meteorológicos y sequía de esa época.
 
Hasta dos veces el patriarca de la comunidad de Pachín (Otuzco), de apellido Zavaleta persuadió a ese grupo de especialistas a tomar posada por la presencia de lluvias que ellos no predijeron pese a sus herramientas como termómetros, barógrafos, etc.
 
Después de ellos, los ingenieros limeños tuvieron que consultar directamente al humilde señor Zavaleta para conocer quién era el sabio pronosticador. Llevándolos a su corral, el campesino expresó: “Las lluvias están supeditas a los secretos que emanan del apéndice procreador del jumento y que tan sólo yo, como su dueño, los conozco…”. Creencias andinas manifiestas que el burro que se revuelca o rebuzna en exceso es síntoma de tempestades.

Burrito religioso y estrella de cine

Este animal también útil para creaciones musicales como el tradicional villancico que dice “Con mi burrito sabanero, voy camino de Belén” inspirados en el ingreso de Jesús un Domingo de Ramos, fecha que es escenificada en diversos lugares como en Moche usando un jumento blanco.

A lo mejor los borricos son poco agradables, de burlas y mofas pese a ello ha llegado a Hollywood a través de Donkey, el más famoso burro compañero de aventuras de Shrek.

Es decir, los burritos son útiles para un sinfín de aspectos diarios de la vida que pese al desarrollo de las comunicaciones existen lugares como San Pedro de Lloc que sirven de medio de transporte y cruza esa ciudad sin impedimento alguno.

Por: Davinton Castillo

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