La educadora Luisa Turpin Palomino explica qué medidas deben adoptar tanto los alumnos como profesores y padres, para propiciar una buena convivencia en el salón de clases.
En el marco del regreso a clases, los educadores deben propiciar una buena convivencia en las aulas, lo cual implica crear un ambiente en el que todos los estudiantes se sientan seguros, respetados y valorados. Esto puede lograrse a través de diversas estrategias y acciones que promuevan la colaboración, el respeto mutuo y la empatía entre los estudiantes. La educadora Luisa Turpin brinda algunas formas de propiciar una buena convivencia en el salón de clases.
Según Turpin, en la actualidad es cada vez más frecuente encontrarse con una diversidad creciente de niños provenientes de diversas culturas, estratos sociales y entornos familiares diversos. Por ello, sugiere que se les dé la bienvenida a los alumnos con actividades que les hagan sentirse aceptados y acogidos.
Indica que para que los maestros tengan una idea de qué clase de niños tiene en el aula, deben hacer uso de la lista de cotejo, la cual la describe como una lista de ítems, donde dice si el alumno se lava o no las manos, si saluda o no al ingresar a clases, come o no adecuadamente, etc. Estos son puntos que cada maestra va a recogiendo de cada alumno.
Indica que, a partir de los resultados obtenidos en la lista de cotejo, la cual se completa durante la primera semana de clases, es necesario elaborar estrategias para abordar los aspectos más críticos de cada estudiante.
“Lo primero que tiene que ver una maestra es el lado emocional. Si tú tienes el área emocional afectada, no vas a aprender bien”, indicó la especialista.
Actualidad
Fomentando colaboración entre padres y maestros: Construyendo un ambiente escolar positivo y alegre
La magister señala que en lo que respecta a los padres, estos “tienen altas expectativas sobre el aprendizaje y el comportamiento del docente”. No obstante, subraya la importancia de que los padres actúen como coeducadores junto con los maestros.
"Si bien la maestra puede detectar alguna situación irregular en el comportamiento del niño, se lo comunicará al padre, y este último deberá brindar apoyo. A veces detectamos problemas serios de comportamiento que no se pueden trabajar de manera pedagógica, sino que deben ser abordados de manera psicológica", acotó la especialista en educación inicial.
Destaca que, en la actualidad, los padres están cediendo gradualmente su papel central como progenitores y están delegando responsabilidades a los docentes. Ante esto, la especialista sugiere colaborar estrechamente con los maestros para prevenir problemas en el proceso de aprendizaje.
"Un niño con su autoestima bien elevada, bien alimentado, un niño alegre, va a aprender todo lo que le enseñes. Pero cuando un niño viene con problemas de maltratos en su hogar, con problemas emocionales o físicos, es bien difícil", finalizó.
Actualidad
Optimizando la evaluación emocional: La lista de cotejo como herramienta clave en el aula
Te recomendamos
Comparte esta noticia